domingo, 24 de julio de 2016

OPERACIÓN "INVINCIBLE" . 30 de Mayo de 1982 .Por Julio Mendoza


OPERACIÓN "INVINCIBLE" .
30 de Mayo de 1982 .
publicado a la‎(s)‎ 30 may. 2016 9:01 por Julio Mendoza



FUERZA AÉREA ARGENTINA COMANDO DE AVIACIÓN NAVAL DE LA ARMADA ARGENTINA 30 de Mayo de 1982 - OPERACIÓN "INVINCIBLE"

Fue un Ataque en Conjunto, y en su transcurso se lanzó el último misil EXOCET que restaba. Se realizó el día domingo 30 de mayo de 1982.

De los análisis que efectuaba la ARMADA en PUERTO ARGENTINO, surgió una nueva posición para atacar, esta vez, al portaaviones "INVINCIBLE". Se trataba de atacar un objetivo situado al sudeste de PUERTO ARGENTINO, y a unas 100 millas. 





El COMANDO DE LA AVIACIÓN NAVAL planificó, una vez más, esta última misión, y dio la orden de atacar, alistándose el 3-A-202 Super Étendard (CC FRANCISCO) y el 3-A-205 Super Étendard (TN COLLAVINO). En esta oportunidad debía tenerse en cuenta la misión realizada sólo cinco días antes, que al penetrar por el noroeste en forma absolutamente imprevista había logrado total sorpresa, y que por sus consecuencias había evidenciado la preocupación de la fuerza naval inglesa en los días posteriores de defenderse de un ataque al "INVINCIBLE" desde dicho sector con el único misil que restaba, hecho perfectamente conocido por ellos.

Esto implicaba la planificación de un ataque desde el sector sudeste, como única posibilidad de lograr la sorpresa que tanto rédito había dado a las operaciones.

Esta aproximación era más comprometida desde el punto de vista del radio de acción, dado que eliminaba la posibilidad de un regreso a un aeródromo más próximo que el de salida como fue el caso de PUERTO DESEADO para el ataque al "ATLANTIC CONVEYOR". Se planificó entonces con una detallada precisión la ejecución de un doble reaprovisionamiento en vuelo, siempre en el trayecto de ida, dado que la distancia a recorrer era excepcionalmente larga. (Aproximadamente 500 millas de alejamiento desde la BASE AERONAVAL RIO GRANDE). 


Cuando el vuelo había sido totalmente planificado, el Comando de la FUERZA AEREA ARGENTINA manifestó su deseo de efectuar la operación en forma conjunta, para lo cual se solicitaba la participación de 4 aviones A4-C en este ataque. El pedido se fundamentaba en la precisión del sistema de navegación inercial del Super Etendard y en su radar, lo que le permitía alcanzar objetivos en aguas abiertas.

Esto resultaba imposible para los aviones A4-C de la FUERZA AEREA, y la única forma de alcanzar un blanco en esas condiciones era siguiendo a los aviones Super Etendard. A todo lo dicho se sumaba, además, la posibilidad de incrementar la cantidad de armamento lanzada.

Se corría el riesgo de perder sorpresa y discreción, y por ello al aceptarse se puntualizó la necesidad de que los aviones de la FUERZA AEREA cumplieran el mismo perfil y las mismas restricciones en las emisiones electrónicas que los Super Etendard de la AVIACION NAVAL. Así fue cumplido y los 4 aviones de la FUERZA AEREA acompañaron en este ataque a los propios, armados con tres bombas de 500 libras (250 kg. c/u).

Cuando la FUERZA AEREA fue autorizada a participar en la operación, decidió designar aviones A4-C basados en SAN JULIAN por poseer sistema de reaprovisionamiento en vuelo y mayor capacidad de oxígeno líquido. Cuando el Jefe del Escuadrón tuvo la orden y las instrucciones para la operación conjunta, dada la extrema complejidad y peligrosidad de esta operación solicitó voluntarios entre sus subalternos y así se presentaron dos jefes de Ellas, el 1er Ten José Vázquez y el 1er Ten Ernesto Ureta.

A estos se les autorizó a designar a sus respectivos numerales (recayendo en el 1er Ten Omar Castillo, Ten Daniel Paredi y Alf Gerardo Isaac) uno de ellos actuaría como reserva. Como el COMANDO DE LA AVIACION NAVAL. quién planificó y condujo la operación, pidió reabastecimiento en vuelo, la FUERZA AEREA asignó dos KC-130 (Vicecomodoros LITRENTA y NOE).

Los aviones de ataque despegarían desde la BASE AERONAVAL ALMIRANTE QUIJADA y los KC-130 desde RIO GALLEGOS. Los A4-C arribaron a RIO GRANDE, donde el Comandante de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque reunió a los seis pilotos que tomarían parte de la misión para establecer las instrucciones y coordinaciones finales, designando Comandante de la Misión al CC FRANCISCO. Se fijó un punto de reunión con los KC-130 en latitud 55°50'(S) y longitud 58° (W).

Desde ese punto comenzaría el reabastecimiento hasta la latitud 55(S) y longitud 53°30' (W). En este tramo se efectuarían dos reabastecimientos para que iniciaran el ataque con máxima autonomía. Desde allí, los seis aviones adoptarían un rumbo NW en vuelo rasante. Establecida por el COMANDO DE LA AVIACION NAVAL la última posición del portaaviones en latitud 51°38'(S) y longitud 53°38'(W), se dio la orden de iniciar la operación.


La Operación Invincible






30 de mayo 1982 - Ataque al Portaaviones HMS Invincible: El Capitán de Corbeta Alejandro Francisco en el Super Étendard 0752/3-A-202, con el último AM-39 Exocet reabasteciéndose desde el KC-130H TC-69 en el vuelo de ataque contra el HMS "Invincible". Al Fondo los A4-C Skyhawk de la escuadrilla "ZONDA" de la Fuerza Aérea Argentina Créditos de Fotografía: (COLECCIÓN Oscar Cuello - Foto Subida por Gabriel Fioni)
Fue protagonizada por: Dos Super Étendard del COMANDO DE AVIACION NAVAL DE LA ARMADA ARGENTINA Cuyos pilotos fueron el Capitán de Corbeta Alejandro Francisco (3-A-202) y el Teniente de Navío Luis Collavino (3-A-205).

Y por el siguiente personal y aeronaves de la Fuerza Aérea Argentina: Dos HÉRCULES KC-130 (Reabastecedores) de FUERZA AEREA ARGENTINA (a y b) Cinco aviones A-4C SKYHAWK de FUERZA AEREA ARGENTINA (1 de Reserva) Hércules C-130, matrícula TC-69, indicativo"Cacho". Tripulación: Vicecomodoro Luis Litrenta, Capitán. Guillermo Destéfanis, Mayor Francisco Mensi, Cabo Principal Juan Perón, Cabo Principal Juan Tello, Suboficial Auxiliar Hugo González, Suboficial Auxiliar Vicente Reynoso y Suboficial Auxiliar Manuel Lombino. Despegó de Río Gallegos a las 11:25 hs y arribó a Comodoro Rivadavia a las 17:25 hs.Hércules C-130 matrícula TC-70, indicativo "Gallo". Tripulación: Mayor Roberto Briend, Vicecomodoro Roberto Noé, Mayor Miguel Sánchez, Capitán Osvaldo Bilmezis, Suboficial Mayor Juan Cufré, Suboficial Principal Carlos Golier, Suboficial Principal Roberto Caravaca, Suboficial Auxiliar Héctor Sosa y Suboficial Auxiliar Juan Marnoni. Despegó de Río Gallegos a las 11:25 y arribó a las 17:15 hs.




Cuatro A-4C, indicativo Zonda. Misión: ataque al portaaviones ubicado en la posición 51° 38' Sur / 53° 38' Oeste, con dos reabastecimientos, armado con tres bombas retardadas por paracaídas (BRP), cada uno. Tripulación: 1er Teniente José Vázquez (C-301), 1er Teniente Ernesto Ureta (C-321), 1er Teniente Omar Castillo (C-310) y Alférez Gerardo Isaac (C-318). El Teniente Daniel Paredi actuaría como reserva. Despegaron de Río Grande a las 12:30 hs y regresaron a las 16:00 hs.

Las rutas previstas partían de Río Grande (Super Etendard / A-4C Skyhawk) y Río Gallegos (Hércules KC-130), convergían a los 55º 50' S / 58º O, donde se haría el reabastecimiento. Los dos KC-130 despegaron el 30 de mayo a 11:25 de RIO GALLEGOS y los seis atacantes, a 12:43 desde RIO GRANDE, dirigiéndose hacia el punto de reunión establecido.






Sección "Ala" Capitán de Corbeta Alejandro Francisco (0752/3-A-202), artillado con el último AM-39 Exocet y del Teniente de Navío Luis Collavino (0755/3-A-205), fotografiados desde el KC-130H TC-69 "Ranquel 1".

Atlántico Sur, 30 de Mayo de 1982 (vía CN Alejandro Francisco). Créditos: www.cglnm.com.ar






30 de mayo 1982 - Ataque al Portaaviones HMS Invincible: El Capitán de Corbeta Alejandro Francisco en el Super Étendard 0752/3-A-202, con el último AM-39 Exocet reabasteciéndose desde el KC-130H TC-69 en el vuelo de ataque contra el HMS "Invincible". Al Fondo los A4-C Skyhawk de la escuadrilla "ZONDA" de la Fuerza Aérea Argentina junto al Ranquel 2 KC-130H TC-70. Créditos: www.cglnm.com.ar
El reabastecimiento se efectuó sin dificultades, y volando siempre rumbo al Este, se hizo un segundo acople para completar los tanques de combustible al máximo, antes de iniciar el ataque.


...REUNIÓN DE HÉROES EN ALTA MAR... ...RUMBO A LA GLORIA ETERNA... ...Fuerza Aérea Argentina y Comando de Aviación Naval de la Armada Argentina...






Aviones A4-C Skyhawk de la Fuerza Aérea Argentina y Dassault-Breguet Super Étendard del Comando de Aviación Naval de la Armada Argentina en su aproximación al Ataque a la Flota Británica Créditos de Fotografía: Archivo Revista Aeroespacio
A una distancia cercana a las 300 millas del objetivo se inició el ataque. El rumbo final del mismo fue inesperado, de modo que el portaaviones inglés fue sorprendido por haber recibido un ataque por un sector que se apartaba en más de 100 grados de su eje de defensa antiaérea, que apuntaba hacia el oeste.

El misil fue lanzado a 14:30 desde una distancia y condiciones excelentes, con eco radar en pantalla, confirmado también con el segundo Super Etendard, que no lanzó. Al salir el Exocet los SUPER ETENDARD regresaron como estaba previsto y los cuatro A4-C comenzaron su ataque siguiendo al misil. Cuando se aproximaban al blanco, divisaron un buque grande del cual, pocos segundos después se elevó una columna densa de humo negro.
El Exocet había impactado. Los A4-C adoptaron formación de ataque y se dirigieron rasante hacia el portaaviones. El Destructor HMS "EXETER" y la Fragata HMS "AVENGER", que estaban al Sur de la fuerza, detectaron la emisión del radar de los SUPER ETENDARD y dieron alerta a la formación, de donde se comenzó a lanzar chaff (Contramedidas antimisil). Luego, el "EXETER" lanzó Sea Dart contra los A4-C que se dirigían al blanco principal, derribando a los Primeros Tenientes VAZQUEZ y CASTILLO.





Los dos restantes, Primer Teniente URETA y Alférez ISAAC, continuaron su ataque hacia el portaaviones, efectuando el bombardeo rasante y las posteriores maniobras de evasión. Al lanzar sus bombas observaron un gran incendio a bordo.





Extraordinaria imágen del C-321 al mando del Primer Teniente Ureta,rebasteciéndose desde el TC-70 al regreso del ataque contra el "Invincible" y en el fondo se llega a ver el TC-69 reabasteciendo el C-318 al mando del Alférez Gerardo Isaac. Ambos Sobrevivientes del Ataque. Atlántico Sur, 30/05/1982 (Comodoro Roberto Briend) Coleccion Oscar Cuello, Foto Subida por Gabriel Fioni
Ambos aviones consiguieron evadir el fuego aéreo, dirigiéndose a un punto de reunión con los KC-130 para un último reabastecimiento. Los SUPER ETENDARD no lo efectuaron por no ser necesario. Los SUPER ETENDARD aterrizaron en RIO GRANDE a 15:30 y los A4-C a 16:23. Los KC-130 se dirigieron a RIO GALLEGOS.








URETA E ISSAC EL DIA QUE REGRESARON DE LA MISION AL INVINCIBLE. FOTO SUBIDA POR GABRIEL FIONI
Posteriormente al arribo, se efectuó el correspondiente post-vuelo, donde se registraron los comentarios de los pilotos. El primer Teniente URETA y el Alférez ISAAC, por separado, manifestaron haber atacado un buque grande, con cubierta plana y la superestructura en estribor, que se encontraba averiado y lanzaba humo. Al preguntárseles sobre el tipo de superestructura, manifestaron que era tipo triangular, como la del "INVINCIBLE". Es de hacer notar que la del "HERMES" es tipo rectangular.

Cuando se les mostraron las fotos, ambos reconocieron al "INVINCIBLE". La versión inglesa es que el EXOCET, ya sea por tiro naval o por chaff, explotó lejos de cualquier buque, que los A4-C atacaron a la Fragata "AVENGER" y que en ese momento la "densa columna de humo negro" pudo ser el humo normal de la chimenea. Lo cierto es que en los días posteriores disminuyó el movimiento aéreo y que la Armada Inglesa informó que el "INVINCIBLE" cambió una turbina en el mar, siendo un hecho logístico significativo.

Esta fue una operación conjunta entre la ARMADA y la FUERZA AEREA, planificada por el COMANDO DE LA AVIACION NAVAL y ejecutada por pilotos de ambas Fuerzas.









30 de Mayo de 1982 - Ataque al Invincible
…Esta Operación Aérea más imaginativa y audaz que se haya realizado en este conflicto forma parte de las Páginas de Gloria de la Aviación Militar Mundial...


EL PRIMER TENIENTE URETA Y EL ALFÉREZ GERARDO ISAAC, REALIZAN LA CEREMONIA DE ARRÍO DEL PABELLÓN NACIONAL A SU REGRESO EL 30 DE MAYO DE 1982. GLORIA Y HONOR A LOS HÉROES DE MALVINAS - COLECCIÓN OSCAR CUELLO. Foto Subida por Gabriel Fioni.





Dassault-Breguet Super Étendard 3-A-202 del Comando de Aviación Naval de la Armada Argentina llevó el último misil Exocet y Atacó al Portaaviones HMS Invincible







FUERZA AÉREA ARGENTINA




COMANDO DE AVIACIÓN NAVAL DE LA ARMADA ARGENTINA
Fuentes: Historia de la Aviación Naval Argentina - Tomo III - Conflicto del Atlántico Sur - Departamento de Estudios Históricos Navales Historia de la Fuerza Aérea Argentina - Tomo VI / Volumen II: La Fuerza Aérea en Malvinas - Dirección de Estudios Históricos.
Nota Realizada por Javier Villalba

- FUENTE :
https://www.facebook.com/notes/javier-villalba/operaci%C3%B3n-invincible/1009524022487886

OPERACIÓN MIKADO: Ataque a la Base Aeronaval Argentina de Rió Grande. (El secreto mejor guardado de la Guerra de Malvinas).

Ataque a la Base Aeronaval Argentina de Rió Grande. (El secreto mejor guardado de la Guerra de Malvinas).

publicado a la‎(s)‎ 10 mar. 2015 6:05 por Julio Mendoza

Recuerdos de MALVINAS !!!! 


OPERACIÓN MIKADO.


El vicealmirante Horacio Zaratiegui, a cargo de la zona Austral en Tierra del Fuego, siempre tuvo sospechas de las intenciones británicas. Por algo lo habían entrenado los propios ingleses en su Escuela de Inteligencia en Gran Bretaña. Sospechando un ataque a la base, los aviones Súper Étendard de la Armada permanecian en pocisiones dispersas, ocultandolos para no ser descubiertos o vistos por radares Norteamericanos.

Base Aeronaval Argentina “Almirante Hermes Quijada”, en Río Grande, en Tierra del Fuego

La operación secreta británica consistía en destruir el 16 de mayo de 1982 la Base Aeronaval Argentina "Almirante Hermes Quijada", en Río Grande, Tierra del Fuego, donde se hallaba la planta de combustible de aviación “JP1” que abastecía a la flota aérea que hostigaba a su flota naval, con lo cual ésta no podría levantar vuelo. Además, destruir a los aviones Súper Étendard de la Armada, matar a sus pilotos y neutralizar los 3 misiles Exocet que aún no les había disparado la Argentina. 

Inglaterra iba a violar su propio decreto atacando a los argentinos fuera de la Zona de exclusión autoimpuesta por la Task Force, la cual rodeaba a las Islas Malvinas. (Cosa que ya había hecho hundiendo al Crucero General Belgrano)

Destructor A.R.A. Bouchard

HMS Sheffield (D-80)


La mortífera dupla de la Aviación Naval Argentina – Super Etandart + Exocet AM-39


Debido a la amenaza que representaba para la flota británica la combinación de los aviones de la Armada Argentina, los Super Étendard con los misiles AM-39 Exocet, cinco de los cuales formaban la 2° Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque que se hallaban operando desde Río Grande, fueron hecho planes para utilizar tropas del Escuadrón "B" del Special Air Service (SAS) en una operación para destruir los aviones y los otros tres misiles que aún estaban en poder de la Armada Argentina


Cuarteles del SAS

Todo comenzó en los cuarteles del SAS. Se planificó lo que llamaron la Operación Mikado, una acción ultra secreta en pleno conflicto anglo argentino. En un principio, los analistas británicos consideraron atacar con aviones cazas Harrier o bombarderos Vulcan las bases continentales argentinas. Sin embargo, para lanzar los Harrier los portaaviones debían arriesgarse muy cerca de la costa, desde donde podían ser alcanzados por los aviones de ataque argentinos y, los bombarderos Vulcan, se habían mostrado demasiado imprecisos en sus intentos por destruir el aeropuerto de Puerto Argentino, de hecho siguió operando durante todo el conflicto que duró 74 días.
Por otra parte, un bombardeo al continente podría disparar una reacción adversa de otras naciones latinoamericanas e incluso la aplicación del Tratado de Defensa Regional (T.I.A.R.) envolviendo a Latinoamérica en un peligroso juego bélico contra Gran Bretaña. Al menos eso habría sido lo que el Presidente Norteamericano Ronald Reagan le advirtió a Margaret Thatcher cuando se enteró de los planes ingleses. 
Sin embargo, la misión británica fue aprobada por el gabinete de guerra de Thatcher: atacar las bases argentinas en el continente. Los ingleses estaban angustiados porque los pilotos navales argentinos ya habían usado los misiles franceses Exocet en sus aviones Súper Étendard contra el destructor británico Sheffield y contra el portaaviones Hermes y la inteligencia británica descubrió que había más Exocet que podrían ser lanzados por los argentinos. El gabinete de guerra de Margaret Thatcher ordenó que los misiles debían ser descubiertos y destruidos. 


Escuadrón "B" del Special Air Service (SAS)


La misión recayó en 65 hombres del Escuadrón B del SAS. 

El plan tenía dos variables, en la primera, debían volar hasta la base naval de Río Grande, en Tierra del Fuego, donde estaban los misiles. Aterrizar en dos Hércules C-130, destruir los misiles, los aviones Súper Étendard, matar a los pilotos y refugiarse en Chile, "territorio neutral" con la excusa de un desperfecto técnico. La segunda variable era desembarcar desde un submarino, atacar los objetivos y trasladarse luego a Chile donde serían recibidos y protegidos. Los argentinos no sabían que a muchos miles de kilómetros de allí, un grupo de estrategas británicos habían planeado atacar tras las líneas argentinas y el plan estaba transcurriendo en ese preciso momento.
Comienza la Operación.

El frustrado desembarco de los comandos ingleses.

Escuadron Ingles desembarca desde un submarino


Frente a la costa de Río Grande un submarino inglés


Fotos con daños en la proa del submarino inglés Onyx, otro misterio que no revelan sobre Malvinas. (probablemente el Onyx) dejó en la noche del 16 de mayo a tres embarcaciones neumáticas con grupos comandos; fueron descubiertos por el destructor ARA Bouchard que abrió fuego de artillería hasta que desaparecieron los ecos del radar, haciendo fracasar el intento enemigo, quien seguramente tenía la intención de sabotear las instalaciones y aviones desplegados en la Base. Los comandos debieron sufrir bajas aunque no hay información de parte de los ingleses.

Mientras tanto... A bordo del BOUCHARD - 16 DE MAYO. 16:30 HS.


El jefe de armas submarinas y otro oficial que lo acompañaba sintieron, en la popa del buque una emisión sonar que consistió en un pim sonar (término utilizado en el argot para describir el sonido que produce una emisión del sonar en un casco metálico) cada 5/7 segundos por períodos de 15 a 30 minutos no continuos. A las 17.00 se ordena cubrir maniobra de anclas, ante la desaparición de las emisiones, se ordena pasar a situación normal y se levanta la maniobra de anclas, permaneciendo el buque fondeado. Esto se repitió a las 17.10 con el agregado que en esta oportunidad se logró una escucha hidrofónica (se pudo constatar con los equipos de a bordo una emisión de un sonar). Se pudo confirmar que el destructor ARA Piedrabuena Destructor Piedrabuena no había emitido con su sonar.Se había dispuesto que se mantuvieran los repetidores radar en escala corta, especialmente el de la timonera, para permitir al oficial de guardia que verificara que el buque se encontraba correctamente fondeado —como se dice en la jerga marina “verificar fondeadero"—, y en el CIC (Central de Información de Combate) en escala larga a fin de realizar búsqueda lejana. Los vigías dispuestos por el Comando estaban en máxima alerta en búsqueda de periscopios y aviones incursores. El Comandante del grupo de tareas había dispuesto que la guardia radar del grupo fuera la siguiente: los días pares el ARABouchard debía mantener el radar en stand-by y en los días impares debía hacerlo el ARA Piedrabuena. De este modo, uno de los dos destructores en forma diaria se haría cargo de la vigilancia aérea y de superficie con sus viejos radares SPS 40 y SPS 10 respectivamente.El sonar se hallaba en escucha hidrofónica, el equipo de MAE (equipo de guerra electrónica para escucha y detección de emisiones), un viejo equipo “superheterodino” WLR 1 que había detectado una gran cantidad de emisiones, debía mantenerse en escucha y barriendo en forma manual la banda I en búsqueda de emisiones de radar de submarinos. Por su parte, en la artillería estaba cubierta la torre central y el director de tiro, que sólo podían hacer fuego con autorización del jefe de defensa, ya que el buque se encontraba en un área focal de aviación propia. Río Grande era de donde partían las misiones que se dirigían a Malvinas. Entre las 19.05 y las 19.10 horas, en total oscuridad y en el período de emisión establecido en el plan en vigor, el radarista del Bouchard observó, junto con el oficial de guardia en el CIC, al azimut verdadero 070º 3.000 yardas del buque un eco pequeño e intermitente. De inmediato, y por el canal de comunicaciones que relacionaba a las centrales de información de combate de las dos unidades, solicitó autorización para continuar emitiendo y poder de ese modo verificar el contacto.

A medida que pasan los minutos el contacto dejó de ser intermitente y a las 19.12 se convirtieron en tres ecos nítidos, con un punto muy intenso y una V saliendo del mismo en la dirección contraria a su movimiento relativo, típico de los botes tipo “gomones”, que tantas veces habían observado desde los repetidores los operadores radar


El radar de control tiro MK 25 logró adquirir los blancos a las 19.22 y simultáneamente se le solicita al OCT (Oficial en Comando Táctico), que era el comandante del destructor ARAPiedrabuena, autorización para abrir fuego con la batería principal, los cañones de 127.2 mm.

En la proa se estaba levando anclas para poder tener libertad de maniobra para perseguir a los blancos y no estar expuestos a un eventual ataque submarino. La presencia de una unidad de ese tipo era muy probable ya que los acontecimientos de la mañana y la tarde, sumados al rumor hidrofónico detectado no hacía más de 10 minutos, daban cuenta de la presencia de un submarino en la zona.

Disparo de cañones de 127.2 mm

A las 19.25 se recibió la autorización para abrir fuego, y con contacto firme en el radar de control tiro, el Comandante le dio la orden al jefe de artillería para que la batería principal del buque jugara por primera vez en toda la guerra el rol que merecía, y es así como se abrió fuego . Toda la dotación sintió que la sangre circulaba furiosa y a alta temperatura por las venas. Guiados desde el C.I.C., los piques de los proyectiles que al principio quedaban cortos, comienzan a caer sobre los blancos. El Comandante ordena al timonel poner proa hacia el punto aún con maniobra de levar ancla sin concluir. Uno de los blancos desaparece de la señal de radar en el centro de los impactos y el resto detiene su avance, cambiando el rumbo en dirección al objeto nodriza de donde se desprendieran en principio. La respuesta no se hizo esperar y los ecos se abrieron en forma de abanico en alejamiento del buque y los radares pudieron, a partir de ese momento, observarlos sólo en forma intermitente.Noche del 17 al 18 de mayo. La noche se presentaba apacible; luego de los acontecimientos del día anterior, la atención en las pantallas era extrema, los pocos minutos de emisión con los que se contaba por el plan de silencio eran aprovechados al máximo. El Bouchard permanecía fondeado en la misma posición que el día anterior, a una distancia mínima de la costa de 2 millas náuticas. A las 04.08 aproximadamente el operador radar le informó al oficial de guardia CIC que había detectado algo, que se aproximara al repetidor para verlo. Se trataba de una aeronave, que aparentemente, por el perfil de vuelo que mantenía, podía ser un helicóptero, continuaba su vuelo hacia tierra firme


Operaciones ARA BouchardA las 04.46 el A.R.A. 

Bouchard informó que aparentemente la aeronave detectada había descendido y se perdió en proximidades de la estancia designada La Sara en la carta de navegación (latitud 53º 26´S – long. 68º 11.5´W). Estancia La Sara está a escasos metros de la ruta nacional 3 a unas 26 millas de Río Grande y a tan sólo 15 millas náuticas de la frontera con Chile.Misión abortada. No cabe ninguna duda que la presencia de la patrulla compuesta por los dos destructores hizo fracasar en dos oportunidades el intento de golpe de mano proyectado desde el mar y desde el aire los días 16 y 17 de mayo. Sumado a ello los dispositivos de seguridad organizados en tierra colaboraron en forma importante en hacer imposible el desarrollo de tales operaciones.

El helicóptero inglés de Punta Arenas

Helicóptero Sea King con el que operaban los comandos Británicos


Quince minutos después de comenzado el día 18 de Mayo, el Sea King HC-4VC matricula ZA290 despegó (según Nigel West) desde el Invincible con rumbo al continente, en realidad lo hizo desde Chile. Su piloto era el Teniente Richard Hutching, su copiloto el Teniente Alan Reginald Courtena Bennet y Peter Imrie era el navegante. En el interior del Sea King se acomodaba un grupo de nueve hombres del S.A.S., los mismos que días antes habían saltado en paracaídas sobre la flota. Los comandos británicos llevaban la radiobaliza para guiar a los Hércules en su aproximación a la base de Rio grande.El vuelo se llevaba a cabo cumpliendo taxativamente lo planificado hasta que el piloto fue advertido que había sido detectado por un radar hostil y el copiloto pudo observar una bengala. No obstante ello, se decidió continuar, pero cuando se estaba desembarcando una segunda luz más cercana les advirtió que el peligro los acechaba y decidieron abortar la misión dirigiéndose directamente a Punta Arenas en Chile.El Helicóptero Sea King penetró en el continente a través de la Bahía San Sebastián, donde la zona fronteriza entre Chile y la Argentina divide al estrecho de Magallanes. La elección de la ruta de penetración no era casualidad, cerca de allí había un depósito argentino de combustible para aviones, por lo cual la zona era intensamente vigilada. Los comandos de los SAS desembarcaron y los helicópteros se ocultaron entre unas lomas cerca del rio Silva, en territorio chileno. Ese era el lugar donde deberían esperar las órdenes para dar comienzo a la Operación “Mikado”. Ya en territorio chileno. Fue abandonado y destruido por sus ocupantes, quienes se entregaron a las autoridades chilenas y luego retornaron al Reino Unido en un vuelo regular de Santiago de Chile a Londres.


Los pilotos fueron transportados a Punta Arenas, luego a Santiago, donde dieron una conferencia de prensa expresando que habían sufrido un desperfecto mecánico

Teniente Richard Hutchings en 1982, durante la conferencia 


Teniente Richard Hutchings de prensa del 23 de mayo "explicando" cómo en misión de patrulla se desvió "demasiado" al oeste y cayo en Chile"

El Ministerio de Defensa británico oficialmente declaró que el helicóptero debió hacer un aterrizaje de emergencia debido al mal clima.Los pilotos fueron transportados a Punta Arenas, luego a Santiago, donde dieron una conferencia de prensa expresando que habían sufrido un desperfecto mecánico, las palabras del Teniente Richard Hutchings fueron las siguientes:“…mientras patrullábamos la costa notamos un fallo en el motor, debido al mal tiempo no fue posible regresar a nuestro barco, así que tuvimos que buscar refugio en el país neutral más cercano…

Una motoniveladora chilena sepulta el helicóptero tratando de borrar las evidencias 


Los restos del helicóptero fueron hallados en la mañana del 19 de Mayo, en Isla San Pedro, cerca de Punta Arenas, Chile. La noticia sobre un helicóptero caído se extendió rápido y la población local empezó a llegar al lugar para observar los restos de la nave. Alertados por la novedad los funcionarios chilenos enviaron una moto niveladora para cubrir los restos, pero mientras esto ocurría empezaron a llegar periodistas al lugar.

Los misiles Exocet que no pudieron destruir los comandos ingleses cobraron otras 2 presas, el día 25 de Mayo, dos de ellos hundieron el portacontenedores Atlantic Conveyor, con él se perdieron 3 helicópteros Chinook con capacidad para 80 hombres completamente equipados (un cuarto se salvó por estar en vuelo en el momento del ataque); y al menos 8 helicópteros Wessex y un numero de carpas y equipos para albergar a 4.000 hombres, así como pistas de aterrizaje portátiles para operar con Harriers directamente desde suelo de Malvinas, una planta completa de desalinización de agua. Además su cubierta servía como pista de aterrizaje, lo cual lo unía a los dos portaaeronaves existentes. Todo material imprescindible que se preveía utilizar para el asalto hacia Puerto Argentino. Otro Exocet impactó en el portaaviones Invincible el 30 de mayo. Por supuesto Gran Bretaña niega todo.






FUENTE :

viernes, 22 de julio de 2016

Provincias Unidas del Río de La Plata,hacia el Nuevo Protectorado Británico.La Historia Que No Te Cuentan.

Provincias Unidas del Río de La Plata,
hacia el Nuevo Protectorado Británico.












Las gloriosas jornadas de Buenos Aires en 1806 y 1807, por considerarlas suficientemente conocidas. Sólo me limitaré a extraer las enseñanzas que de ellas se pudieron obtener y que afectaron seriamente al Plan Mitland tal cual lo concibió su autor.
Después de las victorias de Jena y Auerstädt (14 de octubre de 1806) quedó probado que, por ahora, Napoleón era invencible en el continente. Y “una cosa por fin parecía cierta –dice William W. Kaufmann-. El gobierno inglés había decidido abandonar el continente, de modo de dedicar sus energías a las empresas coloniales” (La política británica y la independencia de Hispanoamérica.)
Por eso y pesando en contra de su decisión los dos fracasos en Buenos Aires (en realidad fue uno solo llevado a cabo en dos fases), los británicos montaron una tercera expedición que pusieron a cargo de Sir Arthur Wellesley (futuro Duque de Wellington), con 10.000 hombres estacionados en Cork, al sur de Irlanda, que deberían unirse a otros 5.000 acantonados en Cádiz al mando del General Brent Spencer, para juntos marchar sobre Méjico, mientras una fracción tomaría Buenos Aires. Esta expedición había sido ideada por Lord Castlereagh (ex Presidente de la Junta de Contralor), con la ayuda del ya Lord Melville (Dundas). La idea era promover en toda Hispanoamérica la constitución de gobiernos independientes “bajo nuestra protección y en conexión con nosotros”.
Los sucesos acaecidos el 2 de mayo en Madrid, inicio de sublevación española contra Napoleón, hacen que Wellesley pida que envíen esas tropas a Gibraltar para ayudar a la insurrección y, luego de esto, seguir con rumbo a Sudamérica. Pero el 1° de julio, Wellesley envía un segundo memorando en donde propone llevar adelante dos proyectos alternativos en caso de que rebelión tuviese éxito: encaminar la tropa a las Antillas para desde allí accionar sobre Méjico, y luego dividir los efectivos enviando 10.077 hombres a Buenos Aires y el resto hacia las Antillas como refuerzo y ante la posibilidad de accionar sobre Venezuela. Sin embargo las situaciones en Portugal y España evolucionaron desfavorablemente a los ojos de la conducción inglesa, por lo que se decide postergar el envío de tropas a América.



Finalmente las intenciones británicas tomarían el giro que comienza a hacerse visible a partir del 1° de mayo de 1807, en donde se concibe un nuevo enfoque sobre la cuestión Sudamericana, que es la resultante de tomar conocimiento de la derrota en el Plata. Esta tendencia se patentiza aún más a partir de septiembre de 1807: de la acción directa para la dominación parcial (los puertos y sus hinterland), se piensa en la acción indirecta para la dominación total. Este concepto, que entonces no se llamaba imperialismo, es el que predominó por muchos años, reportando pingüe beneficio a Inglaterra. Para Ferns (Gran Bretaña y Argentina en el Siglo XIX), el memorial se septiembre es la base de una centuria y media de política británica en Sudamérica.












“Yo estoy fuertemente persuadido –dice Clastlereagh- de que la política que ahora estamos desarrollando (la acción directa) no nos va a producir beneficios comerciales ni políticos, ni aún con la intervención de los grandes recursos militares enviados a Buenos Aires”. “La causa del fracaso de Beresford en 1806 –sigue diciendo- fue política y no militar, por no haber incitado a una independencia que nos diera los beneficios comerciales. Las tentativas militares de Inglaterra sólo consiguieron que el pueblo de todas las clases sociales se ponga contra nosotros.” “Por eso –aconsejaba Castleraegh- debemos actuar de manera acorde con los sentimientos del pueblo sudamericano (…) acerquémonos a ellos como comerciantes (…) dar energía a sus impulsos localistas para conseguir derogar las prohibiciones contra nuestro comercio.” (José M. Rosa, Cisneros se fue, los ingleses se quedaron para siempre, suelto aparecido en el diario Mayoría).












En Hispanoamérica

Revisamos los diversos pronunciamientos revolucionarios en la América Española: Charcas, 25 de mayo de 1809; La Paz, 16 de julio de 1809; Quito, 10 de agosto de 1809; Caracas, 19 de abril de 1810; Buenos Aires, 25 de mayo de 1810; Bogotá, 10 de julio de 1810; Santiago de Chile, 18 de septiembre de 1810; Dolores, 10 de septiembre de 1810; Grito de Asencio, 18 de febrero de 1811 y Asunción, 14 de mayo de 1811.
Resumiendo: 5 insurgencias en el Río de la Plata; 2 en Colombia; 1 en Chile; 1 en Venezuela y 1 en Méjico. Todas ellas a su vez, y actuando bajo el paraguas de la “Libertad y la Independencia” eran, en el fondo, secesionistas, por lo que la balcanización de Hispanoamérica estuvo signada desde el primer día tras el primer grito. No podía ser de otra manera porque era la idea de Castleraegh (y de Wellesley también): “un continente dividido en varias naciones formalmente independientes e incorporadas a una economía mundial, dirigida desde Inglaterra.” Es decir: más o menos como estamos ahora. Así que a no asombrarse.











Cuando hablaba de aquellas rebeliones, quería decir que, en 1 año, 11 meses y 19 días se produjeron en América española la mayoría de los movimientos independentistas, algunos exitosos, otros signados por el fracaso. Pero, en general, todos son 8 meses y 9 días posteriores al desembarco de Wellington en Mondego, Portugal. No hay ninguno anterior, con excepción del alzamiento de José Gabriel Tupac Amarú (con ayuda británica también, La Rebelión de José G. Tupac Amarú, Colección de Obras y Documentos, Tomo VII, de Pedro de Angelis), que no puede ser tenido en cuenta en este segmento de tiempo y por ello resulta extemporáneo. ¿Solamente una coincidencia? No sé. Pero es como si el desembarco inglés en la Península Ibérica hubiese desatado un enorme paquete que se tenía guardado por aquí y preparado de tiempo atrás.
Sin embargo, para aventar la idea de una casualidad en el lector desprevenido, le pido que observe lo siguiente: el 12 de julio de 1808 Wellesley (luego Duque de Wellington, entonces el Teniente General más joven del escalafón inglés), parte de Cork (sur de Irlanda) con una fuerza expedicionaria de 10.000 hombres, configurando posteriormente, una de las líneas de la invasión inglesa sobre España y Portugal en manos de Napoleón. Simultáneamente otro cuerpo de 5.000 hombres a las órdenes de los Generales Anstruther y Acland, salió a reunirse con el anterior, embarcándose respectivamente en Ramsgate y Harwich.























El General Spencer había traído 5.000 hombres estacionados hasta entonces en Egipto y Sicilia, y desde allí a Gibraltar. Había Spencer ofrecido a la Junta de Cádiz sus servicios, pero, no siendo aceptada su proposición, recibió órdenes de Wellesley de que fuese a incorporársele, desembarcando también en la Bahía de Mondego.
Entre el 15 y 25 de julio Wellesley se adelanta a la escuadra y celebra una entrevista con la Junta Suprema de Galicia para que apoye su desembarco en el Ferrol. La Junta gallega se niega y le aconseja que lo haga en algún puerto de Portugal por la animadversión que mostraba el pueblo hacia los ingleses. El 1° de agosto hecha pie a tierra en Mondego (bahía próxima a Porto Figueira), y configura la cabecera de desembarco. Entre el 1° y el 8 de agosto le alcanzan las noticias del triunfo de Bailén. Entonces el 9 marcha sobre Lisboa acompañado de Spencer y llega a Leira (en la carretera a Oporto), etc.
Si se comparan los progresos de Wellesley en la Península se verá cómo progresaron sincronizadamente los movimientos libertadores en Hispanoamérica. Más aún: el 18 de junio de 1815 Napoleón era derrotado por Wellesley en Waterloo; el 22 firmaba su segunda abdicación; el 2 de agosto los aliados firmaban su destierro y el 9 partía para Santa Elena para no regresar nunca más. La Humanidad marchaba hacia un Nuevo Orden Mundial que desembocaría en la Pax Británica (1815-1915) y el Old Colonial Sistem.













En Buenos Aires se conocería esta noticia a fines de octubre o principios de noviembre de 1815. Cuatro meses después, el 24 de marzo de 1816, comenzaba a sesionar el Congreso de Tucumán y el 9 de julio de 1816 declaraba nuestra Independencia bajo la férula del Secretario Francisco Narciso de Laprida, antiguo masón de la logia lautarina Ejército de los Andes (sanmartiniana), junto con Rudecindo Alvarado, Toribio de Luzuriaga, Jerónimo Espejo y otras docenas de individuos. Además San Martín, residente en Mendoza, era Gobernador de Cuyo y había mandado como representante al hermano Godoy Cruz, que decían era sacerdote católico, quien lo mantenía al tanto de todas las intrigas (las tejidas por los otros y las que tejía él con su Gobernador Intendente).
Por otra parte está probado que todas las logias masónicas desde Dolores (Méjico) hasta el Río de la Plata (instaladas como consecuencia del Tratado de Utrecht de 1717 en adelante), tenían sus matrices en Irlanda, Inglaterra y los EE. UU. y respondían a las directivas de aquellos Orientes.













Conclusión

Por todo lo expuesto precedentemente, resulta impensable que el Plan Meitland, redactado entre fines de 1799 y buena parte de 1800, fuera aplicable textualmente a una situación existente en 1811, cuando aún faltaban cuatro años para Waterloo. En consecuencia el banco de cerebros al servicio del ente para estatal Compañía de Indias Orientales, y la corona británica propiamente dicha, debieron seguir adecuando este Plan a las contingencias de la situación, pero sin olvidar ni desechar los objetivos estratégicos fijados por el autor.
Por otra parte vemos, en los planes posteriores al de Maitland, ciertas similitudes al de él que me hacen pensar que el Plan Maitland no debió ser tan secreto como es de imaginarse. Por lo menos para aquellos hombres puestos en este trabajo de arrebatar lo ajeno. Además en 1811 el General Maitland estaba vivo y le faltaban 13 años para morirse; de servicio en Ceyland desde hacía cinco años, y casi con seguridad debió ser un elemento de consulta permanente por vía correo. Desconozco si existe un epistolario de Maitland. Pero si existiese, su contenido sería muy valioso para ver cómo fue evolucionando su Plan con el tiempo y todos estos acontecimientos.
La llegada de San Martín a Londres es contingente con la llegada de Maitland de Ceylan. ¿Acaso es esta otra casualidad? El doctor Terragno, por ejemplo, cree que sí. Lo que me hace dudar, porque arriban al mismo puerto el autor del Plan con el que creo fue su ejecutor y que partiría en días más. No podía haber dilaciones, porque la situación de la Revolución de Mayo en el Noroeste se estaba tornando insostenible y por ello a punto de fracasar. Si esto ocurría, habría que barajar y dar de nuevo. Las acciones de los jacobinos Castelli y Monteagudo habían hecho caer a la causa en el más completo descrédito. El pueblo no los acompañaba.