jueves, 14 de noviembre de 2013

SOBRE EL CASAMIENTO DE KATE Y WILLIAMS.Por Patricio Lons

Sobre el casamiento de Kate y Williams 
9 de mayo de 2011









Por Patricio Lons
La Corona británica está asentada sobre calaveras y saqueos y se caracterizó como una compulsiva compradora de cipayos nativos. Este casamiento de Kate y William es el chori-plan cumbiero de los ingleses con el cual entetenerse y convertirse en cómplice de las expoliaciones realizada por su dirigencia en distintos puntos del globo. El noventa por ciento del globo, alguna vez ha sido invadido o atacado por Gran Bretaña,esto es totalmente diferente con nuestra historia.















No tienen nada que ver con nuestra tradición hispánica y católica que nos legara nuestra gran reina y beatísima Isabel la católica que nos fundó como reinos de ultramar y parte de la corona de Castilla. 

Por eso, nuestra primera nacionalidad es la de castellanos que nos forjó como imperio y que supimos, instigados por la pérfida Albión, que instigó las avaricias de nuestra burguesía criolla, destruir a partir de 1810.
Tampoco se parece a la tradición nobiliaria alemana y austríaca emparentadas con España, que eran austeras, comprometidas con su nación, freno de los grupos de presión y dedicadas a sus pueblos. Cuando tuvieron que abdicar en 1919, tras la derrota en la Primera Guerra Mundial, casi todos quedaron en la pobreza. No eran piratas.
Nuestros mejores próceres querian establecer una corona incaica o española que nos diera identidad, continuidad y nos evitara los inútiles enfrentamientos internos que tuvimos desde 1810 y que no han parado hasta el día de hoy. 

El inca elegido como rey está enterrado en el cementerio de la Recoleta y de habérselo coronado, hubiese evitado luchas ficticias como las sucedidas entre saavedritas y morenistas, unitarios y federales, indios y revolucionarios de Mayo, radicales y conservadores, peronistas y antiperonistas. ¿Como hubieran hecho los ingleses para instigar el actual falso indigenismo con un rey autoctono de sangre aborigen?
¡¡¡Viva el rey inca que no tuvimos!!! ¡¡¡Rescatemos nuestra tradición con la cual venció a nuestros enemigos el valeroso general don Santiago de Liniers y Bremond, Conde de Buenos Aires!!!!! 

¡¡¡Malvinas volveremos!!! 

¡¡Argentina, tienes mucho todavía para decirle al mundo!!!

martes, 15 de octubre de 2013

"EL IMPERIO PERDIDO, LA GRANDEZA POR RECUPERAR" Por Patricio Lons.


"EL IMPERIO PERDIDO, LA GRANDEZA POR RECUPERAR" 
por Patricio Lons




Otro 12 de octubre y los iberoamericanos seguimos sin comprender. ¡¡En un día como hoy, hace 521 años, nació nuestra patria común iberoamericana!! Todo un continente.
Así de grandes éramos, nuestra moneda imperial, la onza de plata castellana dominaba el comercio en Asia y el taler español fue la base del dólar estadounidense; ahora nuestro Banco Central dominado por el Barclay´s Bank produce moneda inflacionaria y perdimos el dominio sobre nuestros metales preciosos a manos de nuestros enemigos; en los siglos XVI al XVIII, nuestra flota dominaba el Océano Pacífico, hoy nuestra marina de guerra está desarmada y nuestra marina mercante fue destruida; no existe. La superficie que dominábamos cubría espacios en los cinco continentes con más de veinte millones de kilómetros cuadrados sin contar mares ni hielos, hoy no tenemos dominio en el Mar Argentino, ni en la Antártida Argentina, ni en las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur. Nuestros ejércitos (Tercios españoles y soldados, aviadores y marinos argentinos y americanos) hacían temblar al enemigo, hoy nuestros militares son perseguidos aunque hayan nacido después de terminados los gobiernos militares. Nuestro peso económico y nuestra riqueza cultural se han esfumado con nuestra importancia política. Es el resultado de 200 años de decadencia gracias a Inglaterra, las burguesías coloniales, la impericia de las cortes y las acciones "libertadoras" que convirtieron a buena parte del imperio al que pertenecíamos, en territorio enemigo, como fue la ocupación norteamericana de Guam, Filipinas, Islas Marshall, Puerto Rico, Cuba y República Dominicana y el delineamiento político a favor de Inglaterra del resto del imperio español totalmente subdividido en estados inviables. Una política diagramada a partir de 1711.
Después del Pacto de la Moncloa en España y de la guerra de las Malvinas en Argentina, el ataque fue a fondo para asegurarse nuestra destrucción, quedando bajo el mando de una dirigencia absolutamente corrupta, inútil y entreguista. Deberemos rescatar nuestra historia y nuestras tradiciones para fortalecer nuestra identidad y recuperar nuestro destino en lo universal.

¡¡Festejemos el ser hijos de España y no de Bélgica, Inglaterra o Francia!! Festejemos la mayor epopeya de la historia mundial, el haber descubierto un continente y llevarlo a la cultura, la religión y la lengua más rica en alma y pensamientos y eficaz transporte al Nuevo Mundo de la filosofía griega, el orden romano y la religión de Cristo!!
Argentina, como coheredera de la hispanidad del Cid y de Isabel la católica y de la mano de Hispanoamérica, nos levantaremos con la fuerza del espíritu, sobre la malevolencia del materialismo que pretendió acomplejarnos con la leyenda negra antiespañola mientras nos saqueaban con sus bancos y multinacionales anglosajonas. Quien se quiera creer esa leyenda es porque quiere ser engañado. El legado ibérico se puede resumir en algunos de los siguientes puntos.
Bienes y animales traídos a América por Europa:
- vacas, caballos, corderos, ovejas, cerdos (base del 90% de la dieta cárnica del continente);
- trigo, cebada, sorgo, arroz (base de la dieta de panificados y cereales del 90% del continente);
- lengua española, numeración arábiga, ética cristiana, sistema jurídico romano (base del 100% de la cultura continental)
- barcos, navegación, brújula, astronomía, sistemas de arados y de tracción, herraduras, sistema monetario (base del comercio y del transporte en el 100% del continente durante siglos,
-más de veinte universidades fundadas antes que en EEUU se fundara Harvard. Hasta entonces, muchos estadounidenses asistían a universidades de las Indias americanas.
El aporte dejado en América tras el arribo de Occidente en el siglo XV es de una trascendencia tal, que sacó al continente de la edad de bronce y lo impulsó 5000 años hasta la edad moderna; pues más allá de los abusos propios de los hombres, se construyó el único imperio capaz de hacerle frente al imperialismo londinense que no dejaba nativo vivo en sus colonias americanas. En la América católica, nos mestizamos sin problemas.
Nuestra alma se levantará una vez más, como lo hizo en las diez invasiones inglesas que sufrió nuestra América española para construir la patria grande auténticamente soberana. ¡¡ Es el imperativo de la patria común, si queremos sobrevivir, simbolizada en las aspas de Borgoñas y en la voluntad de cada patriota americano !!!!

lunes, 14 de octubre de 2013

"La Victoria de la Raza" por José Luis Muñoz Azpiri (h)

  "La Victoria de la Raza"
                                       por José Luis Muñoz Azpiri (h)

"Que la Raza está en pie y el brazo listo,
que va en el barco el capitán Cervantes
y arriba flota el pabellón de Cristo"
           





            Así contempló Darío a la galera de la Raza. Marchaba a través de la tormenta hacia la Atlántida española. Vio también el símbolo de la Cruz sobre la arboladura del barco a la manera del viejo marinero de la balada de Coleridge transfigurado por la visión del manto de la Virgen sobre la nao condenada. Fe e idioma nos salvarán. A una la representa la cruz. Al otro, Cervantes. El idioma es el "pneuma", es decir, el soplo de Dios, el espíritu.
            Cervantes elevó a pobres y desgraciados al sitial de protagonistas de la literatura universal. La plebe bárbara, la "santa canalla", ingresa en el arte merced a su pluma. Europa vivía en la mentira y el Quijote arrasó con la inmoralidad de la patraña o el embuste. Pero esta historia de un desgraciado narrada por otro desgraciado, es, a su vez, paradójica. Al elevar los episodios de la vida cotidiana de hombres humildes y oscuros a la dignidad de la epopeya, el escritor imagina un libro de caballería similar a aquellos que intentaba desterrar. Mejor dicho, compone la novela de caballería definitiva y triunfante. La gran locura de la redención humana nace de los sueños y actos de los hombres que deben todo a sí mismos. Esto es la revolución.
            El Día de la Raza que se ha conmemorado hace pocos días, suscita como cada año intensos debates cuya máxima expresión se dio este año con el desmontaje de la estatua de Colón. El 30 de junio de 2013, bajo la idea soterrada y no tanto de que Cristóbal Colón fue punta de lanza del genocidio indígena, comenzó el desmantelamiento de la escultura del legendario navegante, culminación del "relato" instalado por charlatanes de la historia, operadores políticos e ignorantes dispuestos a acompañar a los flautistas de Hamelín vernáculos -en este caso, al igual que la leyenda encarnado por un anciano "germano-mapuche" - de manera tal de instalar en forma definitiva, bajo un patético intento de reemplazar la historia por la Antropología, el arcaico y pertinaz discurso iniciado en el momento mismo del Descubrimiento y repetido como una letanía a lo largo de cinco siglos: "América no fue descubierta sino encubierta".

            Un desquite tardío e innecesario al que se intenta suavizar modificando el nombre de la fecha con el difuso nombre de "Día de la Diversidad Cultural". En realidad toda una raza, hasta hace poco desvalida, toma consciencia de sí misma y de su propia pujanza en el "Día de la Raza". El símbolo es claro y poco tiene que ver la antropología y aún la etnografía, con una categoría histórico cultural. Destaca Juan José Hernández Arregui que:
               "La época hispánica, no encaja por entero, dentro del despectivo rótulo de "colonial" como la ha denominado la oligarquía liberal, ya que, para la corona, estas tierras eran provincias del reino y así se la definía. La tesis misional, por su parte, se refuta a sí misma por la situación de las masas indígenas que integraron la clase verdaderamente explotada. Pero la historia no es un idilio, sino una galería cuyas luces y sombras agrandan o desdibujan los objetos , según el prisma ideológico que los refracta. Junto a la acometida sobre la raza de bronce sojuzgada, España trajo a estas tierras una de sus virtudes más grandes, el espíritu de independencia. y las instituciones que lo resguardaron. Un antecedente de esta actitud altiva y libre, que América Hispánica recibió como legado, se encuentra ya en Lope de Aguirre, al tratar de igual a igual, en 1561, a Felipe II: "Te aviso, rey español, que tus reinos de la India tienen necesidad de justicia y equidad para tantos y tan buenos vasallos como en ellos moran. En cuanto a mí y mis compañeros, no pudiendo sufrir más las crueldades de tus oidores y gobernantes, nos hemos salido de hecho de tu obediencia y nos hemos desnaturalizado de nuestra tierra que es España, para hacerte aquí la más cruel guerra que nuestras fuerzas nos consientan(...) En estas tierras damos a tus pendones menos fe que a los libros de Martín Lutero". (1)
               Es decir, en América el español se "desnaturaliza" y se integra a la nueva geografía en la cual se hunde para resurgir transfigurado en lo que Vasconcelos denominó "La Raza Cósmica." El americanismo de Vasconcelos aspiró siempre a una integración y fusión del elemento español con la cepa indígena, obrada siempre bajo el símbolo del espíritu y la señal de la Cruz y la lengua. La fórmula del pensador: "Por mi raza hablará el espíritu" figura todavía hoy en las insignias de varias universidades americanas, a modo de blasón educativo. Pese a su formación católica y su hispanofilia integral -no en balde se denominó durante tres siglos a su patria como la "Nueva España", y fue la antigua Tenochtitlán, su capital, la más fastuosa ciudad del orbe español hasta bien entrado el siglo XIX, Vasconcelos resultó uno de los voceros y luminarias espirituales de la Revolución Mexicana y uno de los propulsores de las reivindicaciones indigenistas de su patria. Lamentablemente, éstas, como se sabe, se tiñeron en su patria y en otras latitudes de un barniz rojo, en la faz social y de una coloración sombría, en el aspecto histórico, al adjurarse de las creencias y tradiciones locales provenientes de la Europa caballeresca y cristiana.
            Es curioso que comparada con otras colonizaciones similares, la colonización portuguesa, nunca ha sido fuente de debate en la medida en que lo ha sido la española, pese a integrar las dos el universo católico y como tal, en Portugal también existió la Inquisición, también fueron expulsados los judíos, la esclavitud fue mucho más importante que en las colonias hispanas, existieron protagonistas  violentos como Alfonso de Albuquerque y gobernadores brutales como Mem de Sá. Es probable que la larga amistad entre Portugal e Inglaterra permita explicar la visión indulgente a su expansión ultramarina contrariamente a la española, escarnecida y maldecida por la llamada leyenda Negra, cuyos ecos resonaron en las inmediaciones de la Casa Rosada cuando se desmontaba el monumento al navegante genovés.
            Pocas leyendas apócrifas como la que crearon los clérigos y políticos de la Reforma, ha tenido tal persistencia en el tiempo. Los ecos de la Leyenda Negra aún resuenan en nuestra época. Philip Wayne Powell, en su libro "Tree of hate" (El árbol del odio) afirma que la cultura norteamericana ha heredado la leyenda negra de la colonización británica. Estos prejuicios anglosajones contra los españoles, se transfirieron contra los mexicanos en el siglo XIX. Hay quien afirma que los medios de comunicación y el gobierno de Estados Unidos han propagado la leyenda para justificar las acciones norteamericanas contra España y América Latina, como en las guerras de México, España o la colonización de las Filipinas tras la guerra contra España. Todavía en 1985, estando en Nicaragua bajo el gobierno Sandinista, tuvimos oportunidad de enterarnos que los Misquitos, Sumos y Ramas de la Costa Mosquito que operaban para la "contra" financiados por la CIA, denominaban a los integrantes del gobierno contra los cuales combatían como "los españoles" (En realidad así llaman a la población de la zona Occidental del país) y a los sacerdotes que integraban la Junta de Gobierno como "los Inquisidores".
            El historiador norteamericano William S. Maltby comenta en su libro de 1982" "The Black Legend in England" (La leyenda negra en Inglaterra): "Como muchos otros norteamericanos, he absorbido en anti-hispanismo de películas y de la literatura folklórica mucho antes de que el prejuicio fuera contrastado con un punto de vista distinto en las obras de historiadores competentes, que sorpresa más grande para mí; cuando llegué a conocer las obras de los hispanistas, mi curiosidad no tuvo límites. Los hispanistas han achacado siempre a los enemigos de España la tergiversación de los hechos históricos y los prejuicios contra España en el mundo".
            Decía Salvador de Madariaga que antihispanismo de los propios hispanoamericanos no había que buscarlo en una Sociología de la Cultura sino en un tratado de Psicología. Porque las causas que advertía eran dos: el mestizaje y el separatismo.
            El mestizo es un español prisionero de un indio; y un indio prisionero de un español. Esta situación crea entre la dos vertientes de su ser una tensión constante. Así se explica, la diferencia con Inglaterra y con Portugal; porque Inglaterra aniquila a los indígenas; y Portugal, por las condiciones especiales del Brasil, construye un Imperio mucho más mulato que mestizo. Añádase que, en los casos más importantes, los españoles se encuentran con naciones indias más consolidadas y conscientes que la que encontraron otros pueblos conquistadores.
            En el Río de la Plata, un indigenismo de mercado de carácter inédito, dado que ha cobrado bríos en las últimas décadas, es agitado por escritores de apellidos y nombres profundamente "originarios" como Eduardo Galeano y Osvaldo Bayer, con un objeto más cultural que social: la demolición de la tradición histórica. Y entendemos la tradición como el impulso que el río humano que llamamos pueblo o nación, recibe del pasado y transmite al provenir. En ella se cimenta la construcción de nacionalidad y ciudadanía. Ya no se trata de Cristóbal Colón, los encomenderos, los conquistadores y fundadores. Ahora se trata de quitar el nombre a la Plaza de los Virreyes, reemplazar el monumento a Roca por el de la "mujer originaria", eliminar la bandera de la ciudad de Buenos Aires porque porta un símbolo religioso, rebajar la figura de Rosas a la de un "Restaurador" (pero del orden colonial), acusar a Yrigoyen de asesino de obreros y a Perón de fascista camuflado que engañó a un pueblo de "cabecitas negras" (evidenciando un racismo larvado), definir el malón como una "empresa económica" y no como un latrocinio instrumentado por intereses foráneos (y huincas) y hasta acusar de ladrón y asesino al benemérito Francisco Pascasio Moreno. Se denigra al soldado, se exalta al partisano, se degradan arquetipos y como resultado de semejante devastación - convenientemente financiada por los aportes de ONGs del exterior - nos quedamos huérfanos y dueños de la nada.
            En las últimas décadas se desarrolló en el subcontinente una nueva categoría de intervención encubierta: los "golpes blandos" generalmente instrumentados para mantener la balcanización y de esa forma imponer formas neoliberales de administración económica en su versión más cruda y salvaje. Para instrumentar esta maniobra se han perfeccionado sutiles herramientas que operan como ONGs trasnacionales con filiales locales.
            Ecologistas, indigenistas, defensores de la "diversidad" (étnica, sexual, religiosa, etc.) en versiones extremas, operan, muchas "sin saberlo" como arietes de las potencias anglosajonas, del GT y de la Unión Europea, para perpetuar el subdesarrollo crónico, prefabricar divisiones y profundizar e incluso inventar odios internos en el tejido de nuevos pueblos. Y la prueba palmaria es que mientras se habla de recorrer nuevamente la senda de los Libertadores, de reconstituir la Patria Grande, de borrar fronteras y terminar con los colonialismos internos, surgen organizaciones e "intelectuales" que atizan conflictos invocando reclamos legítimos, como el acceso a la tierra, pero no en su condición de compatriotas y campesinos desplazados, sino como integrantes de grupos étnicos que ya estaban integrados al torrente sanguíneo de las poblaciones nacionales o que son directamente inventados y manipulados desde el exterior.
            Uno de los pueblos originarios más promocionados a nivel internacional es la "nación" mapuche, la que tiene su sede en 6 Lodge Street, Bristol, Inglaterra. Su Secretario General es Reinaldo Maniqueo, de origen araucano, mientras que el resto de los integrantes absolutamente británicos (ver www.MAPUCHE-NATION.ORG). No es casual que la sede de la "nación Mapuche funcione en el Reino Unido, que tienen vitales intereses geopolíticos en el Atlántico Sur, razón por la que, gracias a su poderío atómico y al de la OTAN, ocupa las islas Malvinas, Sandwich y Georgias del Sur, que pertenecen a la nación del Plata. Cabe añadir los enormes intereses empresariales de USA y Gran Bretaña en la zona cordillerana. Los araucanos, hoy denominado mapuches, llegaron de Chile a territorio argentino a partir del siglo XVII. Este proceso, conocido como "araucanización de la pampa", ocasionó el casi exterminio de los puelches, tehuelches, ranqueles y pampas. Por esta razón, testigos de la época como Estanislao Severo Zeballos, Lucio Mansilla o Manuel Prado, no mencionan a los mapuches como pueblo originario de la Argentina. Todo parece que se quiere englobar a los pueblos aborígenes de la región para impulsar una "nación mapuche", en territorios argentinos y chilenos, dentro de los planes trazados en Bristol y apoyados por las Embajadas británicas en Chile y la Argentina "¿Cuál sería la reacción británica - se pregunta el boliviano Andrés Solís Rada - si el gobierno argentino propiciara en Buenos Aires el funcionamiento de la sede central de separatistas irlandeses del Reino Unido y proyectara sus actividades a territorio británico?"
            Al respecto, vale recordar que un magnífico escritor, que porta en su ADN más genes originarios que todos los indigenistas de marquesina que pululan por esta latitudes, el guatemalteco Luis Cardoza y Aragón, ya decía hace más de medio siglo:
            "Las sangres indígenas e ibéricas y todas las llegadas a nuestro crisol se añejan como el vino y muestran ya unidad y pujanza en las creaciones nacionales y en la lucha antiimperialista para conquistar la segunda emancipación. Somos el equilibrio de lo indígena y lo español, la fusión de dos ríos inmersos en nosotros. Yo no defiendo ninguna sangre sino la razón. El cauce fue forjándose y las sangres mezclaron sus fuerzas contrarias en nuevo rumbo favorable. La nacionalidad se ha ido forjando por conciencia del pasado, de mitos vernáculos y creaciones y aspiraciones comunes. Conquista y fundación de ciudades, y lengua y religión hasta llegar al mestizo. Yo no hablo del quiché, del cakchiquel y del español como de un extranjero, sino como uno de mis antepasados. Ambos, son mis compatriotas y yo soy, y quiero ser, sólo guatemalteco. Odiar a España es tan necio como odiar al indígena. Injuriar a España  es mentarnos la madre. José Carlos Mariátegui recuerda que no renegamos de la herencia española, sino de la herencia feudal. Yo no pienso como indio, ni como criollo, mestizo o español sino, simplemente, como guatemalteco. Ninguna oriundez es limitación, sino una realidad accidental que nos desborda cuanto más dueños somos de la herencia de todos. Si lo guatemalteco fuera tan específicamente singular que pudiera llegar a ser extraño a las otras culturas ¿qué diablos tendríamos? Pero esto es una absurda fantasía. Y nuestro patrimonio es el universo. Y para nadie existe la evasión, y los intentos fallidos siempre, son una manera pusilánime de vivir los hechos. No deseo idea preconcebida sobre el espíritu nacional, ni sobre el guatemalteco: lo sé y lo ignoro viviéndolo cada día. Comienza a evidenciarse la confianza, la espontaneidad, sin preocuparnos de cánones yanquis o europeos, sacudiéndonos la sumisión afirmada hasta en el resentimiento. Primeros pasos hacia una Guatemala integral. El pueblo ha sabido impulsar a sus guías, ser protagonista  con imprecisa conciencia algunas veces, pero con experiencia real, sangrante de sus problemas, por el profundo desgarramiento de su vida. Por obra y acción de tradiciones. Y si exaltamos la nacionalidad es por natural etapa de crecimiento para defender lo nuestro: desde la raíz de la personalidad y la cultura, hasta la propia existencia libre y soberana. Anhelo de responsabilidad y definido propósito de maduración. No me afano sólo en que el guatemalteco sea guatemalteco, sino en que su destino sea el de Hombre" (2)
               Confieso que al repasar estas líneas no dejo de pensar en los vaivenes y las tragedias políticas argentinas. El autor mexicano citado anteriormente, que visitó nuestro país en reiteradas oportunidades, la última de las cuales durante la presidencia del general Perón, como participante del Congreso de Filosofía de Mendoza, opinó sobre la crisis política de 1955 - en el periódico montevideano "Marcha" - que ésta se había generado al extraviar nuestro país la línea nacional que supo seguir durante sus épocas más prósperas y vigorosas. El nacionalismo integral del argentino era para Vasconcelos una suerte de categoría aristotélica de nuestro intelecto, ahora corroída por una iconoclastia que, tras la derrota de Malvinas, arrasa todo sin propósito cierto, por desilusión, nihilismo o porque sirve a intereses ajenos.
            Días atrás recibimos comunicación de Santiago de Chile del muy querido profesor Pedro Godoy: Su reflexión no pudo ser más atinada:
            "Antaño se expresaba Fiesta de la Raza. No faltaba quién preguntara ¿Cuál Raza? Había que explicarle que era la nuestra. Esa que comienza a plasmarse con la hazaña de Isabel y Colón en 1492. La conmemoración la repudian indígenas e "indigenistas". Sin embargo, en toda nuestra América los que se autodenominan "pueblos originarios" no pasan del 5% y de ese contingente apenas el 25% habla su dialecto. Lo predominante de la Patagonia a México es la condición mestiza de los tres componentes fundantes: ibérico, amerindio y afronegro.
               Estados unidos da trascendencia al día de Acción de Gracias - comienzo del poblamiento británico - más que al 4 de julio - Día de la Independencia. Ello quizá explica la sólida personalidad del Coloso del Norte. Pese a sus millones de inmigrantes, consolida su perfil. No reniega de sus semillas sino que las exalta. Esto no es un detalle de calendario, sino un dato duro que, contrario sensu, podría explicar nuestro naufragio identitario. Se expresa en autodenigración, es decir, en un complejo de inferioridad y desconocimiento o desprecio, por nuestras raíces. Ello reafirma el error de creernos nacidos en 1810 desconociendo o abominando, de los tres siglos que lo anteceden"
               Nada más real. Hispanoamérica nació el 12 de octubre de 1492, cuando un continente habitado aproximadamente por 15.000.000 de habitantes según los cálculos del historiador argentino Ángel Rosemblat, fue hollado en Guanahani por los hombres que habían navegado las aguas procelosas del Mar Tenebroso y que, al cabo de meses de encierro llegaban a una tierra paradisíaca. No es errado pensar que es día mismo se engendraron los primeros mestizos., los primeros hispanoamericanos, cuando aquellos varones que habían dejado sus mujeres en España se fundieron con otra raza, cuyo buen porte y mansedumbre Colón describió en su Diario de Navegación. En ese momento comenzó a existir una estirpe nueva en el planeta, dado el carácter universalistas de las tripulaciones mediterráneas. En su momento destacó el venezolano Arturo Uslar Pietri:
            "Haber logrado que en no mucho más de medio siglo las poblaciones indígenas y africanas se hicieran cristianas, hablaran español y entraran a formar parte de una nueva realidad social es un hecho sin paralelo en la historia moderna, que constituye el rasgo más importantes y original de la historia americana".
               Sin embargo se sigue repitiendo a machamartillo "la destrucción de las culturas precolombinas", hecho indudable que si bien lamentamos también lo consideramos inevitable, dada las prácticas tanáticas de estas civilizaciones que las habían conducido a un definitivo "rigor mortis". Lo que no impidió la supervivencia de estas culturas -muchas signadas por el primitivismo - fue precisamente lo que se le achaca a España: el sincretismo.
            Los españoles aculturalizaban a los indígenas de sus territorios, los franceses los expulsaban de sus territorios y los ingleses directamente aniquilaban a los indígenas de sus territorios. Y esta es la característica que define a la "Raza" tal como la concebimos o como la consideran mexicanos que viven en el territorio usurpado por la América anglosajona: la fusión.
            De modo que quién habla castellano, reza a Jesucristo y está acostumbrado a decir "si" o "no" a tiempo y con firmeza, cualesquiera sea el tinte de su piel o la región donde haya nacido (La Pampa, California, el País Vasco o Filipinas, blanco, cobrizo, talago o mulato) integra legítimamente esa raza de la que hablamos. Entendemos que el decreto del Día de la Raza de Hipólito Yrigoyen, quién no era protagonista de ningún Walhalla wagneriano ni aspiró nunca a asumir la categoría de héroe de Gobineau, está concebido en el cuadro de la amplitud de criterio que comentamos. "Castilla", "católico" y "no importa" son sinónimos o metáforas de universalismo. Martín Fierro hablaba la lengua de Santa Teresa, se santiguaba y asumía el castellano sentimiento caballeresco de la vida. Pertenecía al pueblo de Cervantes, a la comunidad de la raza. No es poco.

(1) Hernández Arregui, Juan José "¿Qué es el ser nacional" Buenos Aires. Plus Ultra. 1973
(2) Cardoza y Aragón, Luis "Guatemala, las líneas de su mano" México. FCE. 1955

sábado, 12 de octubre de 2013

¡Feliz día de la Raza y día de la Hispanidad!

¡Feliz día de la Raza y día de la Hispanidad!



Estamos en contra de la leyenda negra española (que es de índole más británica que el té a las 5 o clock) y de todo indicio de seguir balcanizando Hispanoamérica. Estamos en contra de los falaces análisis históricos del discurso moderno que simplifica todo el complejo proceso de la conquista a una guerra entre el malvado Imperio Español contra una nación monolítica de indígenas, que nunca lo fue así.
Estamos en contra del indigenismo progre-burgués de los jóvenes de izquierda pseudo-hippies new age antihispánicos, que no es más que una ideología histérica que tienen esos nenes de papá para apalear su sentimiento de culpa por tener apellidos europeos y/o ojos claros, por tragarse esta historia falaz que les cuentan.
Interpretamos al día de la raza como lo que es, una conmemoración del día en que comenzó el proceso de formación de nuestra actual América, de la raza europea, mestiza e indígena, con una cultura y una mística común, con una cosmovisión viril y aguerrida, en contraposición al refinamiento y la sofisticación anglo-francesa que promueve la globalización.

Aquí una selección de las leyes de indias españolas.


Las Leyes de Indias.

Leyes que protegieron a los Indios. Conjunto de diversas disposiciones legales de diferente rango jurídico – por lo menos 6.400 normas – dictadas por los monarcas españoles o por las autoridades legítimas y que tuvieron por objeto regular las relaciones personales, religiosas, sociales, políticas, jurídicas y económicas de los habitantes del Reino de las Indias Occidentales.

Núcleo de la Ponencia.

Nos centraremos en el Libro Sexto de ésta espectacular Compilación de normas debiendo tenerse presente que el tema no se consume con esta ponencia.

Título Primero.- De los indios.

Felipe II en Madrid a 24.12.1580:

“ Es nuestra voluntad encargar a los Virreyes, Presidentes, y Audiencias el cuidado de mirar por ellos, y dar las órdenes convenientes, para que sean amparados, favorecidos, y sobrellevados, por lo que deseamos, que se remedien los daños que padecen, y vivan sin molestia, ni vejación, quedando esto de un vez asentado, y teniendo muy presentes las leyes de ésta Recopilación, que les favorecen, amparan, y defienden de cualquier agravio, y que las guarden, y hagan guardar muy puntualmente, castigando con particular y rigurosa demostración a los transgresores. Y rogamos y encargamos a los Prelados Eclesiásticos, que por su parte lo procuren como verdaderos padres espirituales de esta nueva Cristiandad, y todos los conserven en sus privilegios, y prerrogativas, y tengan en su protección”.

Disposiciones importantes del Título Primero:

1.- Libertad para contraer matrimonio entre naturales indios, e indias con españoles. D. Fernándo V, 19.10.1514, D. Felipe II, 22.10.1556.

2.- Impedir los casamientos de indias menores, por ser ofensa a Dios, daño a la salud e impedimento para la fecundidad. D. Felipe II, 17.04.1581.

3.- Si se averiguare que algún indio o india ya convertidos, se casaren por segunda vez, sean amonestados dos veces y, si prosiguiesen en su actitud, sean castigados para enmienda de otros. Emperador D. Carlos, 13.07.1530

4.- Que los indios no deban vender a sus hijas para contraer matrimonio. D. Felipe IIII, 29.09.1628.

5.- No impedir que las indias casadas con españoles y su hijos puedan circular por el Reino de España. Emperador D. Carlos 21.05.1524.

6.- Que nadie impida que los indios aprendan oficios. Emperador D. Carlos.

7.- Que los indios de tierra fría no sean sacados a tierras calientes. Emperador D. Carlos y, Cardenal Tavera, 28.01.1541.

8.- Que los indios de Filipinas no sean trasladados de una isla a otra en su perjuicio. D. Felipe II, 7.11.1574.

9.- Que no se traslade nativos de forma negligente y dejarlos en la miseria y sufrimiento de no poder retornar a su lugar de origen. Emperador D. Carlos 04.12.1528.

10.- Que donde fuera posible se pongan escuelas de lengua castellana y se faciliten maestros para que los indios voluntariamente puedan aprenderla y así, también facilitar la transmisión de la Santa Fe Católica. Emperador D. Carlos y los Reyes de Bohemia Gobernadores en Valladolid, 7.06.1550.

11.- Persuadir a los indios que anden vestidos para más honestidad y decencia de sus personas. Procurar que el indio tenga elementos de trabajo como son los bueyes y evitar que se encuentren ociosos. Emperador D. Carlos 05.06.1552.

12.- No impedir que el indio pueda criar ganado mayor y menor. Emperador D. Carlos 17.12.1551.

13.- Que los indios puedan libremente comercias sus frutos. Emperador D. Carlos, 12.05.1551 y, D. Felipe II 30.01.1567.

14.- Que los indios adquieran productos a precios más baratos, y que se castiguen con demostración los excesos contra ellos. D. Felipe III, 24.11.1601.

15.- Que los encomenderos no sucedan las tierras de los indios muertos. Emperador D. Carlos 14.05.1546.

16.- Que los indios tengan libertad en disponer de sus haciendas. D. Felipe II, 16.04.1580.

17.- Se prohibe a los Inquisidores actuar contra los indios en asuntos de hechizos y maleficios, donde es competente el Ordinario Eclesiástico. D. Felipe II, 23.02.1575.

18.- Se modere la bebida del pulque utilizada por los indios. Emperador D. Carlos a 24.08.1529. Pág. 197.

19.- Que los Virreyes de Nueva España honren y favorezcan a los Indios de Tlaxcala por ser los primeros en acoger la Santa fe Católica y para que los demás vean la merced que se les hace, sirvan con la misma fidelidad. D. Felipe II, 16.04.1585.

20.- Que los navegantes y caminantes no lleven indias pues peligra la honestidad. Emperador D. Carlos, 31.05.1541.

Título Segundo. De la Libertad de los Indios.

21.- Que los indios sean libres y no sujetos a servidumbre. Quien infrinja ésta disposición bajo pena de perder todos sus bienes para aplicarlos a la Cámara Real y Fisco. Emperador D. Carlos 09.11.1526.

22.- Que se castigue a los encomenderos que vendan indios. Sean castigados severamente y pierdan las encomiendas. Emperador D. Carlos y Cardenal Tavera, 26.10.1541.

23.- Que los indios del Marañón – Brasil, llevados a los Puertos de las Indias, sean puestos en libertad. ( D. Felipe IIII, 18.05.1629 )

24.- Que se nombre un Ministro o personas de satisfacción, que conozca y vele por la libertad de los indios. ( D. Felipe II, 07.11.1574 )

25.- Que no se someta a los indios a transacción alguna. (D. Felipe III, 26.05.1609 ).

Título Tercero.- De las reducciones.

26.- Que los indios sean puestos en poblaciones (reducciones) a efectos de evitar la dispersión por las serranías y puedan ser mejor evangelizados. (Emperador D. Carlos 21.03.1551).

27.- Que para hacer las reducciones se nombren ministros de satisfacción, y sean castigados los que pusieren impedimento. (D. Felipe III, 16.04.1618)

28.- Que en las reducciones, aún con pocos indios, debe haber Iglesias, donde se pueda decir misa con decencia. (D. Felipe III, 10.10.1618)

29.- Que las reducciones tengan comodidad, aguas, entradas y salidas, labranzas y tierras. ( D, Felipe II, 01.12.1573)

30.- Que a los indios de las reducciones no se les quiten las tierras ( D. Felipe II, 19.02.1560 ).

31.- Que en Pueblos de indios, no se deje vivir a españoles, negros y mestizos de mal vivir. (D. Felipe II, 02.05.1563 )

32.- Se ordena que no se saquee la propiedad de los indios en las reducciones. ( Emperador D. Carlos 04.12.1528)

Título Cuarto.- De las Cajas y bienes de la comunidad.

33.- Que los bienes comunes de los indios y en su beneficio, sean administrados desde Cajas. ( D. Felipe III 13.02.1619 ).

34.- Los fiscales deben defender los bienes de los indios. (D. Felipe III, 13.02.1619).

35.- Se prohíbe a los Corregidores tratos de favor y excesos con las Cajas de Comunidades (D. Felipe III, 26.10.1615). Las Causas por corrupción de los Corregidores se sigan criminalmente, hasta pena de la vida según la cantidad de lo apropiado. (D. Felipe III, 10.06.1621).

Título Quinto.- De los tributos y tasas a indios.

36.- Los indios conversos, no tributen por diez años. (D. Felipe III, 10.10.1618)

37.- Que los indios solteros tributen hasta que cumplan los cincuenta. (D. Felipe II, 05.07.1618).

38.- Invocación al Espíritu Santo para aplicar los tributos a los indios. (Emperador D. Carlos, 19.07.1536).

Título Seis.- De los protectores de los indios.

39.- Que los protectores de los indios sean personas cristianas pues han de amparar y defender a los indios. (Felipe II, 10.01.1589).

40.- Que los indios tendrán Abogado y Procurador que les defiendan. (D. Felipe III, 17.10.1614))

Título Siete.- De los Caciques (antiguos señores de pueblos antes de la conversión ).

41.- Que se oigan a los indios sobre la continuidad de los caciques en su cargo. (D. Felipe II, 26.02.1557).

42.- Que no se permita a los caciques abusos ni excesos contra indios y cobren más tributos de los permitidos. (Emperador D. Carlos 18.01.1552). Que paguen salarios justos a los indios. (D. Felipe II 08.07.1577).

43.- En los títulos ocho y nueve se hace gran mención a los encomenderos de los indios y es interesante la mención que hace el Emperador D. Carlos el 10.05.1554, manifestando que el motivo y origen de las encomiendas fue el bien espiritual y temporal de los indios y que los Encomenderos defiendan además de éstos, su hacienda y personas. Y si no cumpliesen esta Encomienda o servicio deberán restituir los frutos que han percibido y privarlos de la Encomienda, y hasta si es necesario se llegará al destierro de la Provincia.

Título Diez. Del buen tratamiento de los indios.

44.- Que se guarde lo contenido en la cláusula del testamento de la Reina Católica Doña Isabel, de gloriosa memoria que dijo:

Cuando nos fueron concedidas por la Santa Sede Apostólica, las Islas, y Tierra Firme del Mar Oceáno, descubiertas y por descubrir, nuestra principal intención fue al tiempo que lo suplicamos al Papa Alejándro Sexto de buena memoria, que nos hizo la dicha concesión, de procurar inducir, y traer los pueblos de ellas, y convertirlos a nuestra Santa Fe Católica, y enviar a las dichas Islas, y Tierra Firme, Prelados y Religiosos, Clérigos y otras personas doctas, y temerosas de Dios, para instruir los vecinos, y moradores de ellas a la Fe Católica, enseñar y adoctrinarlos en las buenas costumbres, y poner en ello la diligencia debida, según más largamente en las letras de la dicha concesión se contiene. Suplico al Rey mi Señor muy afectuosamente, y encargo y mando a la Princesa mi hija, y al Príncipe su marido, que así lo hagan y cumplan, y que este sea su principal fin, y en ello pongan mucha diligencia, y no consientan ni den lugar a que los indios vecinos y moradores de las dichas Islas, y Tierra Firme, ganados y por ganar, reciban agravio alguno en sus personas y bienes, mas manden, que sean bien y justamente tratados, y si algún agravio han recibido, lo remedien y provean de manera, que no se exceda cosa alguna lo que por las letras apostólicas de la dicha concesión nos es mandado...

45.- Que los Virreyes y Audiencias se informen si son mal tratados los Indios y castiguen a los culpados. (D. Felipe II, 1563.

46.- Que las Audiencias velen a efectos de que los Religiosos traten bien a los indios. (D. Felipe II, 13.11.1582).

EL MITO DE LOS “PUEBLOS ORIGINARIOS” (BREVE SOBRE “INDIOS” E “INDIGENISTAS”

EL MITO DE LOS “PUEBLOS ORIGINARIOS” (BREVE SOBRE “INDIOS” E “INDIGENISTAS”

Otro artículo publicado por  Eduardo Linares que no deberíamos dejar de leer, ante tanta andanada de difusión que solo confunde
Click abajo para leer:















Por Alberto Buela

para DemoDirecta , Apuntes para la Construcción de la Democracia Directa -1- 
  • Ya empezamos mal hablando de indios cuando lo políticamente correcto es hablar de aborígenes, término que viene del sufijo latino ab que indica procedencia, más el sustantivo origo-inis que significa origen, nacimiento. Cuando decimos aborigen nos queremos referir a alguien originario del suelo donde vive.
  • Aparece aquí la primera contradicción los indigenistas que se auto titulan con un término del latín como aborigen, en lugar del indio que es mucho más genuino y originario. Es verdad que nació de un error de Colón, pero eso es todo, no existió una manipulación ex profesa del término, como ocurrió y ocurre con el de aborigen.
  • Ahora bien en el caso de los aborígenes de la Patagonia y de la Pampa argentina no son originarios para nada, eso no es cierto, es una falsedad de toda falsedad. Los que hoy se denominan mapuches son un cuento, son un bluff, lo decimos en inglés porque la oficina política de estos “indios” está en Londres. Ellos llegan a La Pampa a partir de 1770 y eran pehuenches de Ranquil (hoy Chile) y se instalan en pleno cladenar (montes del Caldén) de la Pampa central, llamada también Mamil Mapu (país del monte). Vemos como estos indios son menos originarios que los criollos viejos de la Pampa. Y en la Patagonia, cuando invadieron por esa misma época, mataron a los tehuelches sus verdaderos habitantes originarios.
  • Sobre este tema se puede consultar el excelente artículo de Fredy Carbano Julio Argentino Roca y la gran mentira mapuche que está en Internet (NdeR: LO REPRODUCIMOS ABAJO!!)
  • Es sabido que hoy día uno de los temas y asuntos más aprovechados políticamente por el progresismo, tanto de izquierda como liberal, es el del indigenismo.
  • No existe prácticamente ningún gobernante- nacional o provincial- de Nuestra América que no cante loas al mundo precolombino, a los indios, a los autóctonos, a los pueblos originarios.
  • Ni qué decir de los militantes políticos del progresismo y los intelectuales del pensamiento único, el tema está comprado en bloque. Es como si una voz de orden venida del imperialismo yanqui dijera: “Así como para nosotros el único indio que vale es el indio muerto, para Uds. lo único valioso es: que todos sean o se declaren indios”.
  • Para apoyar este principio de dominación política y cultural nos han vendido, y nuestra intelligensia ha comparado, la teoría del multiculturalismo que hace pedazos la poca unidad nacional que hemos logrado luego de 500 años de existencia. Esta teoría ruin se expresa en el apotegma: la minorías tienen derechos por el sólo hecho de ser minorías, tenga o no algún valor lo suyo.
  • ¿y la voluntad de las mayorías? Solo sirve para convalidar en el momento de votar a la élite ilustrada que gobernará para las minorías, llámense grupos concentrados de la economía (Etztain, Grobocopatel, Mildin, Werthein), de la cultura (gays, lesbianas, bisexuales, homosexuales), de la farándula mediática (Leuco, Eliaschev, Sofovich, Gelblung), del pensamiento (Feimann, Forster, Kovaldof, Abraham). Gringos de la peor laya que viven esquilmando a nuestros pueblos bajo la mascarada democrática de servirlos.
  • Y así como es políticamente correcto criticar a los fumadores y a los cazadores de ciervos, por el contrario, es políticamente incorrecto criticar a cualquiera de las mil variantes del indigenismo americano.
  • La crítica al indigenismo inmediatamente nos demoniza, porque el indigenismo es un mecanismo más de dominación del imperialismo y como tal funciona. Su verborrea criminaliza a quien se opone. Su lenguaje busca despertar sentimientos primarios a dos puntas: se presentan como víctimas y criminaliza a quienes se le oponen o ponen simplemente reparos.
  • Lo grave del indigenismo es que en nombre de las falsas razones de origen que dan ellos, nos quitan, al menos a los criollos americanos, nuestro lugar de origen. Y nosotros los criollos bajo la firma de gauchos, huasos, cholos, montuvios, jíbaros, ladinos, gaúchos, borinqueños, charros o llaneros somos lo mejor, el producto más original que dio América al mundo. Ya lo decía Bolivar sobre él mismo: ni tan español ni tan indio.
  • Es este mundo criollo que dio el barroco americano y que peleó por la independencia y libertad de nuestros pueblos. Este mundo criollo que tuvo sus mejores frutos intelectuales en la universidad de Chiquisaca, llamada La Plata, Charcas y hoy Sucre. ¿O por qué se piensan que Bolivia, así pobre y desmantelada como la vemos, ha sido la que mayor cantidad de pensadores nacionales hispanoamericanos ha dado en el siglo XX? Porque funciona sobre una matriz de pensamiento que tiene medio milenio.
  • Qué es ser criollo sino la mejor forma de sentir lo nuestro, lo propio, lo auténtico. No es necesario andar vestido de gaucho, huaso o llanero, ni tener diez generaciones de americanos. Criollo puede ser un bancario, y un plomero, un cura o un médico, un rico o un pobre, el inmigrante italiano o alemán, el turco o el judío. Lo criollo es la captación del valor de lo genuino en nosotros. La valoración del modo gaucho de vida con sus costumbres y tradiciones. No porque nos vistamos de gauchos vamos a ser más criollos, yo conozco tantos gauchos de tienda. Hace muchos años, Juan Carlos Neyra, el padre del Colorado Neyra, escribió: Criollo es aquel que interpreta al gaucho y lo criollo es un modo de sentir, una aproximación afectiva a lo gaucho. Es por eso que lo gaucho es necesariamente criollo pero un criollo puede no ser gaucho. De allí que esos viejos camperos de antes decían: Nunca digas que sos gaucho, que los otros lo digan de vos.
  • Hace unos días escribió Solíz Rada desde Bolivia un brillante artículo El canciller y las hormigas donde el canciller de su país afirma: “para nosotros los indios están primero las mariposas y las hormigas y en último lugar está el hombre. A lo que comenta Solíz: Lo inaceptable es separar la preservación de la Madre Tierra de la defensa del género humano. Recuérdese que los nazis también pensaban que judíos y gitanos valían menos que hormigas y bacterias.” Lo postulado por su canciller viene a coincidir con los planes de John Rokeffeller III de control de la natalidad de los países del tercer mundo.
  • El historiador y amigo chileno Pedro Godoy nos dice: “Chile no escapa del plan desmembrador. Modas primermundistas nos contaminan: tatuajes, grafitis, piercing, swingers, punkies… Ahora adquiere fuerza otra: los indigenista bajo el grito “cada etnia una nación” ¡Inquietante!. Los asesores rubios de esta campaña motorizan, hoy como ayer, la leyenda negra. Aportan así a acentuar nuestra crisis de identidad”
  • La instrumentación política que está detrás del indigenismo la hace notar muy bien Félix Rodríguez Trelles cuando afirma: “Los mal llamados “originarios” son el brazo de la quinta columna interior. El experimento imperial ha logrado un éxito notable al controlar Bolivia con el cocalero manejado desde atrás por García Linera (el Cohn-Bendit boliviano), y acechan con fuerza en Ecuador (no es casual que a Correa los “originarios” lo ataquen cuando repudia la deuda externa)” (cfr. En Internet su artículo Los pueblos originarios: una operación de pizas).
  • Tanto Andrés Solíz Rada como Pedro Godoy, dos hombres de la izquierda nacional suramericana, como Trelles un hombre del peronismo genuino, quieren poner el acento y distinguir entre la existencia y primacía de la identidad de la comunidad política de origen (aquella que nos da el Estado-nación al que pertenecemos) y una identidad adquirida o secundaria que es la que cada uno puede darse o crearse por estudio o convicciones (comunidad mapuche, gaucha, gringa, judía o árabe). Si no tenemos en cuenta esta distinción política fundamental caemos en el error todos los separatismos. Y así todo suma y sigue, y podríamos poner mil ejemplos.
  • De este indigenismo se desprende la primera mentira mayúscula: la matanza de indios que realizaron los españoles fue de 120 millones según Escarrá Malavé, presidente de la comisión de relaciones exteriores del Congreso de Venezuela, de ahí que Chávez hable equivocadamente de “holocausto aborigen”. De 70 millones según el sociólogo brasileño Darcy Ribeiro y así siguen los números más inverosímiles. Pero estas cifras son solo suposiciones artificiosas teñidas por el odio a España y lo español producto de la “leyenda negra” creada por las oficinas políticas de Holanda e Inglaterra.
  • El filósofo e historiador mejicano José Vasconcelos, nada hispanista, hace constar en su Breve historia de México que no había más de seis millones de indios en todo el norte de América, tesis que años después convalidarían las investigaciones del antropólogo W. Denevan. Mientras que don Angel Rosemblat, profesor de historia de América colonial y nada sospechoso de prohispanismo, estimó una población a la llegada de Colón de trece millones y medio para toda América. La que disminuyó en gran parte no por las matanzas, que ciertamente las hubo sobre todo en los primeros treinta años de la conquista, pero ni por asomo con la magnitud que se les otorga, sino por las epidemias que los españoles trajeron: gripe, viruela, sífilis, etc.
  • Angel Rosemblat nació en Polonia en 1902 en el seno de una familia judía y llegó a Buenos Aires a los seis años, realizó sus estudios en la Universidad de Buenos Aires, se perfeccionó en Europa y en 1946 se afincó en Venezuela contratado por ese gran pensador venezolano que fue Mariano Picón Salas, y allí murió en 1984.Este filólogo y antropólogo cultural se destacó por su continuado trabajo de treinta años sobre el tema de la población originaria de América a la llegada de Colón y en un libro memorable que tiene muchas ediciones La población de América en 1492. Viejos y nuevos cálculos, FCE, México, 1967.
  • Afirma Pierre Chaunu, historiador francés y protestante, el mayor revisionista de la Revolución Francesa junto con Francois Furet, escribe: “La leyenda antihispánica en su versión norteamericana (la europea hace hincapié sobre todo en la Inquisición) ha desempeñado el saludable papel de válvula de escape. La pretendida matanza de los indios por parte de los españoles en el siglo XVI encubrió la matanza norteamericana de la frontera Oeste, que tuvo lugar en el siglo XIX. La América protestante logró librarse de este modo de su crimen lanzándolo de nuevo sobre la América católica. ”
  • La tenaz y reiterativa acusación de genocidio a los españoles por parte de los indigenistas contrasta con el silencio sobre uno de los episodios más terribles y duraderos, la matanza y explotación de indios y negros por parte de las oligarquías americanas ilustradas luego de la independencia. Así durante casi todo el siglo XIX las oligarquías locales masónicas y liberales bajo régimen de esclavitud hicieron desaparecer pueblos enteros como los charrúas en Uruguay, los mayas en México y varias etnias en el Brasil amazónico.
  • Nosotros al no ser antropólogos culturales, sólo conocemos tres trabajos serios sobre el tema en Argentina: a) los de Ernesto Sánchez Ance para el área norte del país. b) el libro del antropólogo Jorge Fernández C., fallecido hace unos años, titulado Historia de los indios ranqueles, Bs.As. Ed. Inst.Nac.Antropología y Pensamiento Americano, 1998, en donde con lujo de detalles desarma el mito de los indios pampas o ranqueles como originarios, sino que llegaron a La Pampa en 1770 corridos de Chile por los españoles y vivieron allí, gracias a la industria sin chimeneas –el malón y el cautivaje – hasta 1879, cuando cae Baigorrita, su último cacique. c) el libro de P. Meinrado Hux: Memorias de un ex cautivo Santiago Avendaño, Bs.As. Ed. Elefante Blanco, 1999. En donde se muestra palmariamente cómo era la tan mentada cultura indígena, con sus sacrificios humanos y el desollar viva a la gente.
    Invitamos a los que quieran profundizar, a leer estos trabajos que están al alcance de todos.
-1-
MAPUCHES, LA GRAN MENTIRA
“Julio Argentino Roca y la Gran Mentira Mapuche”
Por Fredy Carbano
Este paradigma de la Nación Argentina es denostado por una campaña intencional que pretende disolver los verdaderos valores de la argentinidad. Lamentablemente la ignorancia histórica hace que muchos honestos ciudadanos se presten a colaborar con esta aviesa campaña.
El General Julio Argentino Roca
“Roca no encabezó  una campaña privada en 1879. Fue como Comandante en Jefe del Ejército Nacional a cumplir la misión que Avellaneda, presidente de la Nación Argentina, elegido por el pueblo, le había asignado. Y esa campaña estuvo destinada a integrar, a incorporar de hecho a la geografía argentina, prácticamente la mitad de los territorios históricamente nuestros, y que estaban bajo el poder tiránico del malón araucano, cuyos frutos más notables eran el robo de ganado, de mujeres y la provocación de incendios.
Los araucanos, hoy denominados mapuches, llegaron a la Argentina allá por 1830, cuando la Nación Argentina era ya independiente y soberana. Por lo tanto, fueron invasores. El primer grupo de invasores los constituyeron aproximadamente unos 100 indígenas capitaneados por Yanquetruz. Se afincaron en Neuquén y desde allí se fueron extendiendo hacia el sur y el norte.
El verdadero genocidio lo cometieron los araucanos cuando aniquilaron a los Guenaken, también llamados Tehuelches, que eran lo auténticos aborígenes de la Patagonia norte.
Actualmente como argentinos tienen todos los derechos al igual que los demás argentinos, pero no a intentar falsear la historia y pretender les devuelvan tierras que nunca les pertenecieron.”
1.- En 1879 las tropas de Cafulcurá eran poderosas, lo prueba el hecho de que ganaron las primeras batallas contra el Ejército
Nacional.
2.- Ambos bandos contaba con fusiles Remington. Los araucanos los traían de Chile, a donde se los vendían los ingleses a cambio del ganado argentino robado en los malones. Prueba de ello es que la columna del Ejército Nacional comandada por el Gral. Villegas tenía como objetivo clausurar y controlar los pasos andinos por donde les llegaban a los araucanos los Remington.
3.- Los indígenas araucanos eran tradicionalmente muy guerreros. Recordemos que en los primeros tiempos de la conquista española asolaron varias importantes ciudades en Chile que los chilenos tardaron siglos en reconquistar.
4.- Los araucanos, en el año 1250 subieron hacia el norte y destruyeron el Imperio de Tiahuanaco. Este Imperio era mayor y mucho más civilizado que el posterior imperio de los Incas que comenzó luego en el año 1280.
5.- El uso actual del término “mapuche” y las falsas reivindicaciones de éstos son maniobras disolventes y disgregantes que practican políticos con minúscula en las últimas décadas con finalidades anti-nacionales, y para beneficio propio.
Araucanos y Tehuelches
Los mapuches son sólo ORIGINARIOS de la inventiva del Foreign Office británico.
Ni Rosas o Roca los mencionan en la Campaña al Desierto, tampoco los historiadores, ni la famosa expedición a los Indios Ranqueles. Tampoco los menciona la historia oficial en las Provincias ni Museos de Historia del Neuquén Santa Cruz, Chubut, Río Negro, Mendoza, ni San Juan…
¿Desde cuándo han aparecido estos mapuches en escena? Su propia bandera es similar a la nueva Sud Africana, luego del apartheid utilizaron a Mandela, y ahora desean utilizar a un pueblo que no es originario de nada, sólo Tehuelches y Araucanos lo son.
Quede en claro que la expedición de Roca, resultó la primer guerra contra Chile y no una campaña contra el indio, como muchos
pretenden hacerlo notar. A las pruebas me remito cuando sostengo que por entonces el 90% de la población chilena era indígena, que no es cosa menor. En síntesis, nuestro país defendía la soberanía sobre una Patagonia que los caciques deseaban y ellos… eran chilenos.
Enciclopedia Salvat – Diccionario – Editado en Barcelona – 1972:
MAPUCHE: Adj.- Natural de Arauco – Perteneciente a esta Provincia de Chile.
Masculino – Idioma de los araucanos.
TEHUELCHE: Adj. y sust. – Dícese de un individuo de un pueblo amerindio cazador, que, con otros grupos integró la llamada “Cultura de las Pampas” en Argentina y Uruguay. Exterminados en gran parte por los conquistadores españoles y los araucanos, quedan reducidos núcleos en Tierra del Fuego.
Hoy todos los nacidos en el suelo patrio somos ARGENTINOS, y ya no caben falsas reivindicaciones indigenistas ni de pueblos originarios inexistentes. Desde comienzos del siglo XVI
está presente la sangre hispana en todo el suelo argentino y los pueblos originarios de la Patagonia anteriores a esa fecha fueron las etnias TEHUELCHES.
El invento “mapuche” data sólo del siglo XIX, insisto que hoy todos somos argentinos y nadie tiene ningún derecho a reivindicar etnias ni pueblos diferentes al argentino so pena de colaborar con los intentos Ingleses, Norteamericanos e Israelitas para desmembrar y despotenciar a la Patria Argentina.
Este tema mapuche y su propaganda instalada por marxistas que han hecho del indigenismo una cuestión de estado, es preciso comenzar a desbaratarla de raíz. Lamentablemente no sólo los políticos venales y periodistas pagados por el sistema, sirven de difusores de una mentira infame, sino que han caído en ella y no siempre por ingenuidad.
Obispos y Curas que fieles a sus posturas tercermundistas, impulsan como verdad de Perogrullo, dando así por sentadas todas y cada una de esas falacias.
Se llegó al extremo inconcebible de engañar al Santo Padre Juan Pablo II y ahora al Papa Benedicto XVI cuando les hicieron decir que el gran santo Ceferino era Mapuche y no Tehuelche. Es difícil creer en la inocencia por desconocimiento de los Obispos patagónicos en esta maniobra vil, porque es dable suponer que si han llegado a esas instancias de la jerarquía, deben poseer una cultura general histórica de su patria compatible con su rango.
Utilicemos en toda su plenitud este medio fantástico que la tecnología nos brinda, para revertir la opinión errada de muchos argentinos sobre temas de trascendencia como el que se trata.

viernes, 11 de octubre de 2013

12 DE OCTUBRE: INDIGENISMO RACISTA Y UTIL A OTROS.

12 de octubre: indigenismo racista y útil a otros

















La expresión “pueblos originarios” es inexacta en términos históricos y posee un tufillo a racismo.
  • Lo auténticamente originario de nuestra América es el mestizaje.
  • El artículo 16 de la Constitución Nacional establece que en nuestro país no hay "prerrogativas de sangre ni de nacimiento".
Pablo Yurman
(ArgentinosAlerta.org) En 1993, en plena Plaza Murillo, ciudad de La Paz, Bolivia, cómodamente sentado en un banco contemplando la arquitectura del lugar, fui protagonista del siguiente diálogo. Se acerca un señor mayor vestido de saco, sin corbata, con sombrero de los que suelen usar los lugareños y se dirige a mí, amistosamente, en lenguaje desconocido. Notando mi sorpresa, me pregunta en castellano si el banco estaba libre y ante mi afirmativa, tomó asiento junto a mí.
Tras un breve diálogo me espetó: “Yo soy aymara totalmente puro. Acá prácticamente no hubo mezcla cuando llegaron los españoles”. Me quedé pensativo con esas palabras del orgulloso anfitrión. Sensación ambivalente toda vez que por un lado tendía a valorar el orgullo por sus orígenes, pero por otra parte era inevitable preguntarse ¿qué diferencia tal afirmación que acaba de escuchar de la que podría haber ocurrido décadas antes, en una plaza de Berlín, con un prusiano nativo que se jactara de tener pureza racial germánica, sin mezclas de ningún tipo?
¿Porqué la progresía celebra, en el primer caso, una pretendida revalorización de los mal llamados pueblos “originarios” mientras que, en el segundo supuesto, se horroriza ante una afirmación indubitablemente racista
Sucede que tras la enunciación de fines muy loables que pueden sintetizarse en brindar mayores oportunidades de desarrollo a quienes son descendientes directos de los pueblos aborígenes, pueden acaso ocultarse otras intenciones, más estratégicas e inconfesables a los oídos del común de los ciudadanos.
La expresión “pueblos originarios” además de ser inexacta en términos históricos ya que, en todo caso, es el género humano de forma indistinta el que es originario del África Central y a partir de allí no hay pueblos estáticos en la historia de la humanidad, posee un tufillo a racismo pero a la inversa.Sugiere, tácitamente, que si hay pueblos “originarios” hay pueblos “invitados” o “agregados”. De ahí a sugerir implícitamente que los que descendemos de los últimos deberíamos volver a nuestros lugares de origen hay poco trecho.
Por otra parte, esa distinción en base a la etnia choca flagrantemente contra el artículo 16 de la Constitución Nacional que prescribe que en nuestro país no hay “prerrogativas de sangre ni de nacimiento” vale decir, no puede haber privilegios basados en criterios raciales o de origen.
En todo caso, al decir del pensador Alberto Buela, y mal que les pese a los antes liberales exterminadores y hoy progresistas restauracionistas, lo auténticamente originario de nuestra América es el mestizaje, que se dio en Hispanoamérica y no, ciertamente en los lugares colonizados por ingleses y holandeses.
Pero, si lo ya señalado no alcanzara para advertir sobre los riesgos y peligros que entraña este indigenismo racista de llamativo auge mediático en los últimos años, hay algo incluso más grave al respecto. Es posible que el fenómeno, lejos de proponerse como fin último la elevación de la calidad de vidas de los indígenas sudamericanos venga fogoneado, en cambio, por las mismas usinas ideológicas que han medrado en los últimos siglos con la desunión de este inmenso espacio continental.
Tomemos el emblemático caso de la mal llamada “nación mapuche” que, curiosamente, tiene domicilio legal en el Nº 6 de Lodge Street, Bristol, Reino Unido y cuenta con financiación de organismos y Ongs todas ellas internacionales con sede en el Hemisferio Norte. ¿Porqué tanto súbito interés filantrópico, por quienes incluso en sus respectivos procesos colonizadores no dejaron tribu por arrasar, en financiar a los pueblos indígenas sudamericanos?

Al respecto señala el pensador boliviano Andrés Solís Rada que “Los araucanos, hoy denominados “mapuches”, llegaron de Chile a territorio argentino a partir del siglo XVII. Este proceso, conocido como “araucanización de la pampa”, ocasionó el casi exterminio de puelches, tehuelches, ranqueles y pampas. Por esta razón, investigadores argentinos, como Estanislao Zeballos, Lucio Mansilla o Manuel Prado, no mencionan en sus libros a los mapuches como pueblo originario de su país.
Todo parece indicar que se quiere englobar a los pueblos aborígenes de la región para impulsar una “nación mapuche”, en territorios argentinos y chilenos, dentro de los planes trazados en Bristol y apoyados por las Embajadas británicas en Chile y Argentina ¿Cuál sería la reacción británica si el gobierno argentino propiciara en Buenos Aires el funcionamiento de la sede central de separatistas irlandeses del Reino Unido y proyectara sus actividades a territorio británico?”
El indigenismo racista y funcional a intereses que no son los de la Patria Grande sudamericana es la última etapa de la denominada leyenda negra sobre la conquista por España del Nuevo Mundo. Quizás convenga remitir al pensamiento de alguien que tenía bastante en claro este tipo de cuestiones. Eva Perón dijo: “La epopeya del descubrimiento y la conquista es, fundamentalmente, una epopeya popular. No sólo por sus hombres, que cortaron horizontes y abrieron a los siglos las puertas gigantescas de un nuevo hemisferio –como Cortés, Mendoza, Pizarro y Balboa- sino por la cruz que venía a la par de la espada.
Esta era la herramienta del héroe aislado en el mundo agreste; aquélla, el signo de paz, de igualdad y de amor entre los fieros defensores de la fe y los conquistadores para el reino de Jesús más que para el reino de Fernando e Isabel.
La leyenda negra con la que la Reforma se ingenió en denigrar la empresa más grande y más noble que conocen los siglos, como fueron el descubrimiento y la conquista, sólo tuvo validez en el mercado de los tontos o de los interesados. A nadie engañó que no quisiera ser engañado. Y cuando cuatro siglos después del descubrimiento los hijos de los conquistadores reivindicaron su mayoría de edad y su derecho a vivir en libertad y al margen de tutelas, las naciones que florecieron del esfuerzo de sus héroes habían recibido de la madre patria lo que es privativo de la maternidad: la sangre de más de la mitad de su pueblo, que había quedado en América, fructificándola, abonándola y dándole razón de ser durante el período de la conquista y la colonización.” (“Escribe Eva Perón, Buenos Aires, 1951, pág. 36).
Es un hecho que excede la mera opinión: todos los movimientos de raigambre popular que se han enfrentado a los imperialismos de turno y sus administradores internos, el federalismo, el radicalismo de Yrigoyen y el peronismo (el de Perón y Evita) han rescatado, con orgullo pero también como herramienta política, la idea de hispanidad en los términos antes transcriptos.

http://argentinosalerta.org/noticia/2686-12-de-octubre-indigenismo-racista-y-util-otros