La Piedra Bethel y el Imperialismo Británico
Foto: Piedra del Destino debajo del trono británico.
Piedra de Jacob o Piedra de Bethel
Piedra de Jacob o Piedra de Bethel
En la Abadía de Westminster, la Piedra del Destino , Almohada de Jacob o Lia Fail, pues por todos esos nombres se conoce. Nos encontramos ante una piedra de arenisca amarilla, de 152 kilos de peso y con una larga historia a sus espaldas que nos llevará hasta el Génesis bíblico y termina en nuestros días, en Escocia. Jacob , era el hijo de Isaac y el hermano de Esaú, había sido enviado por su padre a buscar esposa . Al hacerse de noche se tumbó en el suelo, bajo las estrellas, y se dispuso a dormir:
"Tomó una de las piedras de aquel lugar , la puso por cabecera y se acostó. Tuvo un sueño . Veía una escalera que, apoyándose en la tierra, tocaba con su cima en el cielo, y por la que subían y bajaban los ángeles de Yavé. Arriba estaba Yavé , el cual dijo "Yo soy Yavé, el Dios de Abraham, tu antepasado y el Dios de Isaac. Yo te daré a ti y a tu descendencia la tierra en que descansas.Tu descendencia será como el polvo de la tierra ;te extenderás a oriente y a occidente, al septentrión y al mediodía. Por ti y por tu descendencia serán bendecidas todas las naciones de la tierra" (Génesis 28,10-15) y después de esa visión continua el Génesis "Levantóse Jacob muy de mañana, tomó la piedra que había puesto por cabecera, la alzó a modo de estela y derramó aceite sobre ella"(Génesis 28,18-19)
El tema en cuestión aparece de forma recurrente en el foro. Me refiero a la llamada conspiración así definida como “de los judíos” . Siempre he defendido que ni todos los judíos participan de tal cosa, ni muchos de los que participan activa y abiertamente son “judíos”.
Un ejemplo de ello es la familia Rockefeller que es conocida y reconocidamente ultracatólica, aunque de todos es sabido que es una de las familias más activamente participadoras en los selectos clubes y organizaciones que forman parte de esa elite llamada genéricamente “illuminati” cuyo objeto es, en primera instancia, llevar a la humanidad por el camino de un Nuevo Orden Mundial con un gobierno global que impone su poder de forma autoritaria, fascista por medio de ideología de tipo “socialista” y una sociedad vigilada por tecnología al servicio del control mental de las masas.
Aunque ni todos los que forman parte de esa red conspirativa altamente peligrosa para la mayor parte de la humanidad son “judíos”, ni mucho menos todos los judíos forman parte de la elite globalista dominadora, lo cual podría ser suficiente para dejar de tildar esta conspiración como “de los judíos”, pero parece que sigue siendo más fácil emplear falsas y facilonas etiquetas que emplear todos los sustantivos, adjetivos, preposiciones y adverbios necesarios para definir el “sujeto”· de la acción.
Valga este viejo (2004) artículo de Makow y mi traducción para aportar otro granito de arena en esa dirección necesaria para llamar a las cosas por su nombre.
May 30, 2004
Teóricos de la conspiración como yo creen que la historia moderna refleja una conspiración a largo plazo diseñada por una elite financiera internacional con objeto de esclavizar a la humanidad.
Como hombres ciegos examinando a un elefante, atribuimos esta conspiración a judíos, los illuminati, el Vaticano, los Jesuítas, la Nobleza Negra, Los Bilderbergs, etc.
Los villanos reales están en el corazón de nuestra vida económica y cultura. Son las familias dinásticas que son propietarias del Banco de Inglaterra, la Reserva Federal de USA y carteles asociados.
También controlan el Banco Mundial y el FMI y la mayor parte de las agencias de inteligencia del mundo. Su identidad es secreta pero los Rothschilds son ciertamente algunos de ellos. El Banco de Inglaterra fue “nacionalizado” en 1946 pero el poder de crear dinero se mantuvo en las mismas manos.
Inglaterra es, de hecho, una oligarquía financiera dirigida por “la corona” lo cual se refiere a la “City de Londres”, no a la Reina de Inglaterra. La City de Londres está dirigida por el Banco de Inglaterra, una corporación privada. La City, de una milla cuadrada de extensión, es un estado soberano en el corazón de Londres. Al igual que “El Vaticano del mundo financiero” la City no está sujeta a la ley británica.
Por el contrario, los banqueros dictan al Parlamento Británico. En 1886, Andrew Carnegie escribió que “seis o siete hombres pueden llevar una nación a la guerra sin consultarlo con el Parlamento en absoluto”. Vincent Vickers, un director del Banco de Inglaterra desde 1910-1919 culpaba a la City de las guerras del mundo (“Economic Tribulation” (1940) , The Empire of the City, 1943, p 60)
El Imperio Británico era una extensión de los intereses financieros de los banqueros. De hecho, todas las colonias negras ((India, Hong Kong, Gibraltar) eran colonias de la Corona. Pertenecían a la City y no estaban sujetas a la ley británica, aunque se esperaba que fueran los ingleses los que conquistaran y pagaran por todo ello.
El Banco de Inglaterra asumía el control de los USA durante la administración de T.R Roosevelt (1901-1909), cuando su agente J.P. Morgan se hizo con el 25% del negocio american0. (Anton Chaitkin, Treason in America, 1964).
De acuerdo al “Almanaque Americano”, los banqueros son parte de una red llamada “Club de las Islas” que es una asociación informal de, predominantemente, casas reales con sede en Europa incluyendo La Reina. Este club de las Islas dirige un estimado de 10 mil billones de dólares en activos.
Domina sobre gigantes corporativos como Dutch Shell, Imperial Chemical Industries, Lloyds of London, Unilever, Lonrho, Rio Tinto Zinc, y Anglo American DeBeers. Domina el suministro mundial de petróleo, oro, diamantes y muchos otros materias primas, y emplea estos activos a discreción de su agenda geopolítica.
Su objetivo: reducir la población humana de su nivel actual de 6 mil millones de personas a menos de 1000 mil millones en dos o tres generaciones; literalmente esquilar a la humanidad con el interés de retener su poder global y el feudalismo sobre el que está basado dicho poder.
El historiador Jeffrey Steinberg podría referirse a USA, Canadá y Australia y escribe “Inglaterra, Escocia, Gales, especialmente Irlanda del Norte son hoy poco más que plantaciones de esclavos y laboratorios de ingeniería social, que sirven a las necesidades de …la City de Londres.”
Estas familias constituyen una oligarquía financiera; son el poder detrás del trono de los Windsor. Se ven a sí mismos como los herederos de la oligarquía veneciana, que infiltró y revolucionó Inglaterra de 1509-1715 y estableció una nueva, más virulenta, veta de sistema oligárquico anglo-holandés-suizo herederos de la Babilonia Imperial, Persia, Roma y Bizancio.
La city de Londres domina los mercados especulativos del mundo. Un grupo de corporaciones fuertemente interrelacionadas, involucradas en la extracción de materias primas, las finanzas, seguros, transportes y producción de alimentos, controla la parte principal del mercado mundial y virtualmente controla la industria mundial.
Steinberg pertenece a un grupo de historiadores asociados con el economista Lyndon Larouche. Han trazado el origen de esta plaga en la oligarquía mercantil veneciana de hace más de 300 años.
Aunque los historiadores de Larouche no lo dicen, parece que muchos miembros de dicha oligarquía fueran judíos.
Cecil Roth escribe:
“El mundo comercial de Venecia estaba enormemente concentrado en manos de los judíos, que eran los más ricos de la clase mercantil”
(The History of the Jews in Venice, 1930)
Como señala William Guy Carr en ” Pawns in the Game”,
“tanto Oliver Cromwell como Guillermo de Orange fueron financiados por banqueros judíos. La Revolución Inglesa (1649) fue la primera en una serie de revoluciones diseñadas para darles la hegemonía mundial. El establecimiento del Banco de Inglaterra en 1964 fue un paso crucial. Detrás de la fachada, Inglaterra ha sido un estado “judío” durante más de 300 años” (pp.20-24).
Las familias banqueras judías tomaron por costumbre enlazar en matrimonio a las mujeres de su familia con aristócratas europeos derrochadores. Según la ley judía, el fruto de un matrimonio con una madre judía es judío. Los herederos hombres se casan c on judías aunque Victor y Jacob Rothschild son excepciones.
Por ejemplo, en 1878 Nathnad Rothschild se casó con Lord Rosebery, que más tarde se convirtió en primer ministro. En 1922 Luis Mountbatten, el tío del Principe Philip y primo de la reina, se casó con la hija del banquero judío Ernest Cassel, uno de los hombres más ricos del mundo.
Shekel, moneda Israelí, con foto de Edmond Rothschild
La madre de Winston Churchill, Jenny (Jacobson) Jerome, era judía. A comienzos de 1900, había pocos aristócratas ingleses que no se hubieran cruzado en matrimonio con judíos. Se decía que, cuando ellos visitaban el continente, los europeos se sorprendían de ver a personas con aspecto judío con títulos ingleses y acentos ingleses.
De acuerdo a L.G. Pine, Editor de Burke’s Peerage, los judíos se han conectado tanto a la nobleza británica que entre ambas clases difícilmente puede haber pérdida para alguno que no sea mutua. Tan estrechos son los lazos de judíos y señores (lords) ingleses que soplar contra los judíos en este país no sería posible sin herir a la aristocracia británica también. (Tales of the British Aristocracy1957, p.219.)
Si no son judíos por matrimonio, muchos aristócratas europeos se consideran a sí mismos descendientes de los hebreos bíblicos. Los Hasburgo están relacionados por matrimonio con los merovingios que dicen ser descendientes de la Tribu de Benjamín,
Además, muchos aristócratas pertenecen al Movimiento de “Israel Británica” que cree que la soberanía británica es la cabeza de las “tribus perdidas” anglosajonas de Israel y que el Apocalipsis verá la completa restitución del Imperio Británico.
De acuerdo a Barbara Aho, rosacrucianos y masones que creen en el Israelismo Británico, tienen un plan para colocar a uno de su linaje en el trono de cara a reconstruir el Templo de Jerusalén, Este posicionamiento de un falso mesías a quien adoraría el mundo entero como a Cristo ha sido cuidadosamente planificado y ejecutado durante muchos siglos.
Según Barry Chamish, no habría moderno estado de Israel sin francmasonería británica. En el 1860, el movimiento británico-israelí fue iniciado desde la francmasonería. Su objetivo era establecer un estado judío-masónico en la provincia turca de Palestina.
Inicialmente, las familias judías británicas como los Rothschilds y Montefiores donaron el capital para construir la infraestructura para anticipar una onda de inmigración.Sin embargo, atraer a los judíos a Israel se probó como algo bien difícil entonces.
A ellos, simplemente, les gustaba la vida europea demasiado como para abandonarla.
De manera que Europa tuvo que convertirse en una pesadilla para los propios judíos. (Nota Trinity; aquí se está apuntando a que el via crucis para miles de judíos en Europa durante la época hitleriana fue alimentado, de alguna manera, por quienes querían a los judíos en la tierra de Israel y que todos los eventos relacionados con la creación de dicho Estado se rigieron por la dinámica conocida de Problema-Reacción-Solución).
Hago notar que aquel horror produjo muerte y sufrimientos a muchos judíos, sin entrar aquí a valorar si las cifras oficiales son correctas que en mi opinión no lo son.)
Conclusión
He perdido mucho tiempo de mi vida tratando de obtener una educación convencional, asi que siento que estoy empezando a educarme de nuevo.
Pareciera que un elemento vampirizador dirige el mundo. Esta cábala secreta está representada por nuestras instituciones políticas, económicas y culturales dominantes. La sociedad occidental ha estado subvertida y está en la bancarrota. La democracia es una forma de control social y la educación y los medios de masa están diseñados para el adoctrinamiento.
Esencialmente, el problema es si creemos que el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios y tiene la obligación de elevarse a sí mismo a un nivel más alto de la verdad, belleza y justicia. Naturalmente, los monopolistas no tienen interés en esto y quieren definir la realidad para que encaje en sus intereses. Nos han enseñado que Dios está muerto y que el hombre es un animal curioso sin alma divina. La cultura hoy tiende a negar los estándar, ideales y objetivos de cualquier clase. En lugar de esto, nos alimentan constantemente con todo tipo de trivialidades y degradación.
Ciertos judíos de la elite son una parte integral de esta conspiración neo feudal. A través de la historia han mantenido una relación simbiótica con la aristocracia. Pero los judíos ordinarios son también siervos ordinarios y han sido perseguidos por sus propias elites.
El verdadero judaísmo, como el verdadero Islam y cristianismo afirman que la supremacía de Dios es una fuerza moral. Un judío real, como un cristiano real, como un musulmán real, no pueden realizar una acto inmoral. Es hora de reafirmar nuestra creencia en Dios.
MARTES, 23 JULIO 2013
¿Es Judío El Principito?
Por JOSE BRECHNER
La familia real británica esconde secretos sobre los que no nos queda más que especular y sacar nuestras propias conclusiones, a menos que los monarcas decidan contarnos el porqué de sus extrañezas.
Muchas costumbres de “los reales” como los llaman los británicos (“the royals”) son ajenas a otros soberanos europeos y a sus propios súbditos. Pero son comunes al pueblo judío.
Siendo mi linaje de origen escocés y alemán, tal como el de los residentes de Buckingham, y siendo notorio de que sangre noble corre por mis venas, es que desde hace años vengo explorando algunas singularidades de mis respetados parientes.
Mi curiosidad comenzó cuando me enteré de que a todo vástago real se le hace la circuncisión al octavo día de haber nacido (como a todo niño judío) y no es hecha por un médico tradicional, sino por un “mohel” o “especialista judío” en cortarles esa parte íntima e inservible a sus pacientes, sin previamente consultarles.
La circuncisión de la realeza no es efectuada por un mohel cualquiera, sino por uno ortodoxo, que sigue al pie de la letra las costumbres y leyes del judaísmo.Casualmente, en mi peregrinaje por distintas sinagogas del mundo, confirmé de primera mano la veracidad de este bíblico acontecimiento.
Con el tiempo cavilaría con que el apelativo: “Británico”, no se traduce al inglés como “Britannic”, que sería su extensión lógica, sino que se dice “British”. La cosa se pone interesante, porque la palabra “brit” en hebreo significa “pacto” e “ish” significa “hombre”. O sea que “British” significaría: “Hombre del Pacto”.
En hebreo circuncisión se dice: “Brit Milá”, que significa “Pacto de Circuncisión” y debe ser practicada en todo niño judío, como establece Dios en Génesis 17:10-12.
Otro detalle interesante que descubrí gracias a mi sobrino, el Príncipe William, es que siguiendo la tradición real, comenzó a prepararse para gobernar a los 13 años, la edad en la que los judíos hacemos el solemne Bar Mitzvá, y los liberamos a nuestros padres de nuestros pecados, asumiendo la responsabilidad de nuestros actos ante Dios.
Mi tía Elizabeth II, tomó entonces a William bajo su regazo y se lo llevó a Balmoral para iniciar su entrenamiento como futuro Rey del Reino Unido, ya que mi primo Charles ha sido descartado como heredero del trono por esas cuestiones de faldas y orejas.
Su dulce y sencilla extinta esposa, la Princesa Diana, según las malas, pero muchas veces bien informadas lenguas, no era la hija de Earl Spencer, Vizconde de Althorp, sino de Sir James Goldsmith, el poderoso banquero judío, con quien su madre tuvo un affaire.
Para hacer las cosas más kosher, el verdadero nombre de la madre de Diana: Frances Shand Kydd, era Frances Ruth Burke Roche, una Rothschild. O sea que la hermosa princesa, era judía de padre y madre, lo que hace que sus hijos sean cien por ciento judíos, aunque para los judíos basta con que la madre lo sea, pues la herencia judía se transmite a través del vientre materno.
¿Pero acaso el Judaísmo no es una religión? En realidad es más que eso, son las tradiciones, creencias, convicciones, leyes y costumbres del pueblo judío, pero se puede ser judío laico, ortodoxo, ateo, budista o cristiano. Más no se deja de ser judío. Basta con conocer un antisemita para constatarlo.
El pueblo judío, como se auto explica, es “un pueblo”, descendiente de Abraham, Isaac, Jacob y sus hijos, a los que Dios eligió. De manera que hay una continuidad genética que es fácilmente verificable a través de un simple examen de ADN.
Toda esta trama judeo-británica se torna más fascinante con el nacimiento del principito (mi sobrino-nieto) pues su madre, Kate Middleton, Duquesa de Cambridge --según nada menos que el corresponsal de la BBC ante la Corte Real, Michael Cole, quien hizo exhaustivos estudios genealógicos sobre su familia-- es cien por ciento judía.
Carole Middleton, la madre de Kate, es hija de Ronald Goldsmith (nada que ver con el banquero) y Dorothy Harrison; ambos judíos. Los padres de Dorothy fueron Robert Harrison y Elizabeth Temple, los dos judíos. Y Elizabeth era descendiente de los Myers, una distinguida familia judía del siglo XIX.
En fin, ¡Lejaim! por el recién nacido y sus padres. Me gustaría estar presente en su circuncisión, pero esas son cosas que mis familiares, como dije, celebran en secreto.
http://josebrechner.com
La familia real británica esconde secretos sobre los que no nos queda más que especular y sacar nuestras propias conclusiones, a menos que los monarcas decidan contarnos el porqué de sus extrañezas.
Muchas costumbres de “los reales” como los llaman los británicos (“the royals”) son ajenas a otros soberanos europeos y a sus propios súbditos. Pero son comunes al pueblo judío.
Siendo mi linaje de origen escocés y alemán, tal como el de los residentes de Buckingham, y siendo notorio de que sangre noble corre por mis venas, es que desde hace años vengo explorando algunas singularidades de mis respetados parientes.
Mi curiosidad comenzó cuando me enteré de que a todo vástago real se le hace la circuncisión al octavo día de haber nacido (como a todo niño judío) y no es hecha por un médico tradicional, sino por un “mohel” o “especialista judío” en cortarles esa parte íntima e inservible a sus pacientes, sin previamente consultarles.
La circuncisión de la realeza no es efectuada por un mohel cualquiera, sino por uno ortodoxo, que sigue al pie de la letra las costumbres y leyes del judaísmo.Casualmente, en mi peregrinaje por distintas sinagogas del mundo, confirmé de primera mano la veracidad de este bíblico acontecimiento.
Con el tiempo cavilaría con que el apelativo: “Británico”, no se traduce al inglés como “Britannic”, que sería su extensión lógica, sino que se dice “British”. La cosa se pone interesante, porque la palabra “brit” en hebreo significa “pacto” e “ish” significa “hombre”. O sea que “British” significaría: “Hombre del Pacto”.
En hebreo circuncisión se dice: “Brit Milá”, que significa “Pacto de Circuncisión” y debe ser practicada en todo niño judío, como establece Dios en Génesis 17:10-12.
Otro detalle interesante que descubrí gracias a mi sobrino, el Príncipe William, es que siguiendo la tradición real, comenzó a prepararse para gobernar a los 13 años, la edad en la que los judíos hacemos el solemne Bar Mitzvá, y los liberamos a nuestros padres de nuestros pecados, asumiendo la responsabilidad de nuestros actos ante Dios.
Mi tía Elizabeth II, tomó entonces a William bajo su regazo y se lo llevó a Balmoral para iniciar su entrenamiento como futuro Rey del Reino Unido, ya que mi primo Charles ha sido descartado como heredero del trono por esas cuestiones de faldas y orejas.
Su dulce y sencilla extinta esposa, la Princesa Diana, según las malas, pero muchas veces bien informadas lenguas, no era la hija de Earl Spencer, Vizconde de Althorp, sino de Sir James Goldsmith, el poderoso banquero judío, con quien su madre tuvo un affaire.
Para hacer las cosas más kosher, el verdadero nombre de la madre de Diana: Frances Shand Kydd, era Frances Ruth Burke Roche, una Rothschild. O sea que la hermosa princesa, era judía de padre y madre, lo que hace que sus hijos sean cien por ciento judíos, aunque para los judíos basta con que la madre lo sea, pues la herencia judía se transmite a través del vientre materno.
¿Pero acaso el Judaísmo no es una religión? En realidad es más que eso, son las tradiciones, creencias, convicciones, leyes y costumbres del pueblo judío, pero se puede ser judío laico, ortodoxo, ateo, budista o cristiano. Más no se deja de ser judío. Basta con conocer un antisemita para constatarlo.
El pueblo judío, como se auto explica, es “un pueblo”, descendiente de Abraham, Isaac, Jacob y sus hijos, a los que Dios eligió. De manera que hay una continuidad genética que es fácilmente verificable a través de un simple examen de ADN.
Toda esta trama judeo-británica se torna más fascinante con el nacimiento del principito (mi sobrino-nieto) pues su madre, Kate Middleton, Duquesa de Cambridge --según nada menos que el corresponsal de la BBC ante la Corte Real, Michael Cole, quien hizo exhaustivos estudios genealógicos sobre su familia-- es cien por ciento judía.
Carole Middleton, la madre de Kate, es hija de Ronald Goldsmith (nada que ver con el banquero) y Dorothy Harrison; ambos judíos. Los padres de Dorothy fueron Robert Harrison y Elizabeth Temple, los dos judíos. Y Elizabeth era descendiente de los Myers, una distinguida familia judía del siglo XIX.
En fin, ¡Lejaim! por el recién nacido y sus padres. Me gustaría estar presente en su circuncisión, pero esas son cosas que mis familiares, como dije, celebran en secreto.
http://josebrechner.com
EL PRÍNCIPE CARLOS SE HARÁ JUDÍO
[Mensaje enviado por Hernán Federico Buteler]
[Edito e intercalo el mensaje de James Stuart que se supone sabe más que nosotros de las “inocentadas” de la “pérfida Albión”]
[¡Miren que no es la primera vez que esta página se deja engañar por una inocentada!
¿No recuerdan que fuera de España, en concreto en Inglaterra, el día de los inocentes, en que se suelen gastar bromas y publicar noticias evidentemente falsas, es el primero de Abril?
Aquí tienen el enlace: http://jewishnews.co.uk/exclusive-prince-charles-will-convert-judaism-within-three-years/
Y qué pone abajo, por si acaso alguno es de Burgos, y no se ha enterado del chiste? APRIL FOOL!
¡Pero qué inocentes y cándidos son algunos! Aren’t they, Hernán?]
Con todo, lo importante de la “falsa” noticia es que es muy verosímil. Como si nos dijeran que el Príncipe Carlos es un grado 33 de la masonería escocesa del antiguo y aceptado rito. Por eso la dejo aquí para que los lectores aprendan, o aprendamos, lecciones de humor inglés, como se comprobó en el regalo hecho por los Reyes de Gran Bretaña a Francisco, de un par de botellas de whisky, y un tarrito de miel, para que se centre de una vez y deje de atacar a los hipócritas “pelagianos”, como lo son, gracias a Dios, los buenos católicos, y los que rechazamos la secta conciliar de Francisco/Decime Jorge. He aquí la última muestra en una homilía de Santa Marta:
“…Cristianos hipócritas, como estos. A ellos sólo les interesaban las formalidades. ¿Era sábado? ‘No, no se pueden hacer milagros el sábado, la gracia de Dios no puede actuar el sábado’. ¡Cierran la puerta a la gracia de Dios! ¡Tenemos muchos de éstos en la Iglesia, tenemos muchos!”
Pues a ver si el whisky le tranquiliza y la miel le suaviza la garganta…y el corazón que no es tan bueno como pregona. Véase si no el Pequeño libro de los insultos de Francisco
El futuro rey de Inglaterra tiene la intención de convertirse al judaísmo en los próximos tres años.
Una fuente de ‘Clarence House’, ha confirmado que el Príncipe de Gales en secreto se ha estado reuniendo con un reconocido Rabino, tres veces a la semana y ha desarrollado “una conexión profunda y duradera” con el judaísmo.
El príncipe Carlos ha tenido durante mucho tiempo una buena relación con los judíos del mundo. A diferencia de su madre, la reina Isabel, el heredero al trono ha visitado Israel y muchos de sus amigos más cercanos son judíos, incluyendo a Simon Sebag Montefiore y el actor Stephen Fry.
El Príncipe de Gales tiene incluso su propia kipá de terciopelo azul, con un escudo real de plata, la cual usa en las bodas y barmitzvahs judíos.
Se cree que la duquesa de Cornualles también ha despertado su interés por la religión y participa del encendido de las candelas los viernes por la noche, así como también ha asistido a clases de elaboración de jalá, (pan kosher) en el oeste de Londres.
Un portavoz de ‘Clarence House’ dijo: “El príncipe de Gales realmente ha profundizado el judaísmo en su corazón y tiene la intención de convertirse totalmente en los próximos tres años.
“La Reina es consciente de la posición del príncipe y lo apoya plenamente al igual que la duquesa de Cornualles.
Noticia publicada el 1ro de Abril