Por Guillermo Mircovich
Los que transitamos fervorosamente el camino signado por la politica Peronista, o los que de alguna forma adhirieron al objetivo propuesto por el General Perón, donde sobre una condición filosófica doctrinaria planificada, la Nación se preparara para realizarse en un gran país, sabemos que de alguna forma, para que esto no ocurra: HAY QUE MATAR A PERON.
Evita lo presagió en su momento, por eso sus criticas hacia lo que denominaba oligarquía argentina, nunca estuvo quieta mientras el General Perón elaboraba el objetivo nacional que lejos estaba de compartir el pensamiento de los dos ejes que separaban y dominarían al mundo por varias décadas.
Ante esa primera coyuntura, la maléfica oligarquía como la denomina el escritor Jose Luís Torres en su libro editado en 1943 estuvo siempre dispuesta a disolver de alguna forma lo que consideraban un enemigo a corto plazo.
A todo ello, Perón, ya tenía sus enemigos cuando formalizó el G.O.U. era un grupo de oficiales que se preparaba para terminar definitivamente con el fraude y la especulación que desde años atrasaba el porvenir de la nación donde los ricos se quedaban se quedaban con la mayor ganancia sin repartir nada.
La primera oposición que tuvo lo llevó preso a la isla Martín García, el pueblo lo rescató saliendo a la calle, y esperó hasta las 24:00 horas de un 17 de Octubre de 1945, para que le dirigiese la palabra, a pesar del grito ¡¡ donde estuvo !! ¡¡ donde estuvo !!, Perón no explicó que pasó, solamente pidió tranquilidad, tras ello se tejía la primera telaraña de intento de asesinato formal, en el diario La Prensa del 17 de octubre de 1995, la investigación realizada por los periodistas Santiago Senén Gonzales y Fabián Bosoer avalaban la versión de un hipotético intento de asesinato, al cual atribuían a Rinaldo Minujin y Andrés Amil, quien es el que relata los acontecimientos en la revista “ Historia”. “…estoy calzado, si me dejás apoyar en el hombro, lo bajo”, dijo Minujin, “…y después como salimos”, contestó Amil, según este un grupo de la FUA concurrió a la plaza sin decir que “…ya expresaban su visceral rechazo al naciente peronismo”.
Expresa el diario que Amil también mencionó a Ernesto Guevara Linch, conocido mas tarde como el “Che”, como presente en la plaza, al jugador de futbol “Tucho” Méndez y los periodistas Alfredo Olivera y Vedia ( El Mundo) y Augusto Mario Delfino ( La Nación), “…para presenciar los acontecimientos desde su posición crítica al Peronismo”.
Desde ese 17 de Octubre, no fue la primera vez que la vida material del Líder estuvo en peligro, si bien es cierto infinidades de veces se denunciaron complots, el mas nefasto fue el del 16 de Junio de 1955.
Bajo la advocación de “Cristo Vence” y HAY QUE MATAR A PERON, infinidades de bombas estallaron en Plaza de Mayo buscando un traidor homicidio, que por esas causas del destino el mismo Cristo no quiso que sucediese, en los alrededores de Plaza de Mayo cientos de cuerpos destrozados y esparcidos por el suelo fueron el inequívoco presente del asesinato a mansalva de ciudadanos argentinos, y a pesar que el 16 de Septiembre de 1955 consiguieron lo buscado con otra acción parecida, la Filosofía Peronista continuó su marcha.
Pasaron 53 años, dentro de los cuales Perón sufrió varios atentados en su exilio, así todo, volvió a conducir los destinos del País, enfrentando siempre a la gran oligarquía argentina a la que siempre cuestionó Evita, Perón murió, e Isabel Perón debió enfrentarse a ella sin otro destino que sobrellevar las críticas de los medios periodísticos que anticiparon descaradamente su caída, la quita del apoyo constitucional de los partidos políticos y la nueva traición de las fuerzas armadas, no quedó otro recurso, otra vez la oligarquía instalada en el poder, los años fueron testigos de lo sucedido donde miles de peronistas fueron desaparecidos por pretender defender una filosofía nacional, y tratar de que doctrinariamente no consigan MATAR A PERON.
Se fueron sucediendo los años, la idea no cambió: HAY QUE MATAR A PERON, ahora no materialmente, sino, doctrinariamente, mejor dicho pregonar constantemente el estilo doctrinario del general para después de las elecciones realizar todo lo contrario, y hasta tuvimos que escuchar la fraudulenta frase de “…si hubiese dicho lo contrario, no me votaba nadie” (sic), con referencia al sentido peronista que se le debía dar al futuro peronista.
Así llegamos a la actualidad, una realidad llena de teorías parafraseadas, escondida dentro de políticas de origen extranjero, así aparecieron dentro del peronismo los infiltrados liberales, oligarcas, empresarios, radicales, marxistas, leninistas, troskistas y hasta algún disfrazado socialista “nacional”, paradójicas situaciones donde la filosofía peronista no tiene nada que ver y ocuparon puestos y lugares políticos posibles, adjuntados con personajes salidos de una visceral y recalcitrante escuela de intelectuales de derecha con los remanidos defensores de izquierda, justamente una acción que siempre invocó Perón “…para destruirnos se juntan, no pueden ver un Movimiento Nacional nacido del Pueblo mismo”.
Hoy en día, debemos enfrentar casi diariamente un problema distinto, si no lo hay, lo buscamos, como tratando de tantear un tema para luego buscar la venganza misma, sin entender que atrás de todas las atribuciones de un mandatario está la esperanza del Pueblo, aquel que se crió y leyó a Perón, aquel que le trasmitió a sus hijos los alcances de una política Nacional, Popular y Cristiana, pero no, parecería ser que la consigna sigue su curso: HAY QUE MATAR A PERON.
Y lo matan haciendo todo lo contrario que haría Perón, porque si hay algo que Perón nunca hizo fue mentir al Pueblo, recordemos su infalible manifestación “…esto lo arreglamos entre todos, o no lo arregla nadie”, y cuando la política facilista se inclina por la percepción casi innata de la mentira, todo se derrumba ante la verdad, porque también Perón lo enseñó “…la única verdad, es la realidad”. Para mas. Conformó un Pacto Social donde empresarios, estado y trabajadores pusieron todo de si para salir adelante.
Queda tiempo para cambiar, quedan verdaderos Peronistas dispuestos a realizarlo y aunque derecha e izquierda sigan pregonando que HAY QUE MATAR A PERON, aquellos que tomamos la utopía de realizar la Grandeza de la Nación, seguimos esparciendo nuestros conceptos con el fin de volver a las fuentes, porque solamente una política verdaderamente nacional nos alejará del abismo con el cual nos estamos comprometiendo.
Aquellos que luchan por controlar todo el poder para avasallar pensamientos nacionales, están confundidos, los que levantan la figurita del “Che” , como si fuera la propaganda de “Coca Cola”, sabemos que vienen por el Peronismo porque DEBEN MATAR A PERON, pero cuando un sentimiento esta arraigado en el corazón de un pueblo es muy difícil realizarlo, el mismo pueblo sabe como defenderlo, nos falta concientizar que esta política: NO ES PERONISMO DE PERON.
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